La llamada de Leni le había alarmado lo suficiente para subirse a su vehículo y partir rumbo a Royal Woods lo más rápido que pudo, puesto que aunque le habían pedido que no se apresurara sentía que era su deber estar en su hogar en esos momentos, ya sea para controlar a sus hermanos o por si podía asistir con lo que fuese, todo servía... pero también estaba aquella ansiedad que jamás desapareció incluso con la cantidad de veces o que su edad aumentase.
Ella había sido la primera, había visto llegar a todos y cada uno de sus hermanos a casa, ya fuese al principio siendo cuidado por alguno de sus abuelos o cuando ya le tuvieron suficiente confianza que fuese ella quien contuviera a sus revoltosos hermanos, pero esta vez había una diferencia radical, ella no estaba en casa cuando todo el proceso empezó.
Era extraño, cuando llego el momento de Lisa y de Lily ella estaba tranquila, feliz de que finalmente llegarían sus nuevas hermanitas sumado a todo el nerviosismo de los menores, las expectativas de las mayores, los comentarios de los familiares presentes, todo eso sumaba a los bellos recuerdos que guardaba de las distintas llegadas de todas, solo podía decir que no recordaba la de Leni mientras que la de Luna tenía borrosos recuerdos, pero los demás eran experiencias que había guardado en su corazón, y ahora, sentía que había sido excluida de todo eso.
Le avisaron apenas pudieron, su madre aun debía de estar en el hospital, posiblemente llegaría antes que sus padres a casa y podría recibir a su nuevo hermanito junto a toda su familia... pero aun así, no se sentía lo mismo.
Era similar a cuando nacieron las gemelas, la única diferencia es que estaba en el centro comercial con Bobby y pudo llegar en pocos minutos a casa, ahora tenía más de una hora de viaje todavía por recorrer, un momento que empleaba para apostar con sus hermanas el como luciría el nuevo hermano, explicarle al menor de turno que ahora habría alguien menor a ella o simplemente reírse con su familia, aunque este caso era particular, pues realmente quisiera haber estado junto a Lincoln.
Con cada una de las llegadas de sus hermanas menores podía notar que el muchacho si bien estaba alegre, le veía algo lejano, un poco más lejano con cada una, algo que entendía, Lincoln era el único chico, eso no era algo sencillo de lidiar cuando era comprendía que más de una vez su decisión era minoritaria, incluso se había burlado de él por eso un par de veces, pero ahora finalmente tendría su hermanito, quería darle la charla que le dio a las chicas en su momento, algo que se le había hecho tradición durante la espera del parto... pero no estaba allí.
Posiblemente alguien hubiera tomado su lugar, ya sea Leni o Luna, quizás estaría alguno de sus abuelos, mucho podía pasar en una o dos horas, tiempo que ella se estaba perdiendo.
Instintivamente presiono más el acelerador, la frustración estaba comenzando a apoderarse de ella, evadiendo los vehículos que encontraba sin mayor dificultad, pues sentía que el camino no cambiaba, era como si se hubiese quedado detenida en un punto y la distancia con su familia no disminuyese, como si ya hubiese sido apartada de las cosas que los involucrasen a todos.
El momento en el que llego pudo notar que la van familiar se encontraba estacionada en la casa, algo que le extraño, según el mensaje de Leni no habían pasado ni siquiera 2 horas desde que el labor de parto había comenzado, recibir noticias de su madre tan pronto era extraño y no creía que hubieran dejado el vehículo en casa, aquello no le agradaba, estacionando su vehículo junto a la van se apresuro a la entrada.
- ¡Ya llegue!
Toda la familia se encontraba en la sala, reunidos con rostros sonrientes alrededor de Rita, quien tenia a un pequeño en sus brazos.
- (Feliz) Lori, finalmente llegaste.
Lori sintió un nudo en su estomago, aquella hermosa postal que se alzaba frente a ella, toda su familia reunida en un momento bello ante la pequeña criatura que ahora formaba parte de su familia.
- ¿Cómo... es que ya... están aquí?
- (Confundida) ¿Cómo? Leni tenía que avisarte que hoy salía Leroy del hospital.
- (Confundida) Le dije que hoy venía el bebé.
- Pero yo... creía que te referías a que había nacido hoy...
- Bueno... al menos ya estás aquí, ven a conocer a tu hermanito Lori.
Los pies de la muchacha temblaban, no sentía la misma emoción que con sus demás hermanos, no era la felicidad ni la incertidumbre, observar a ese bebé que dormía plácidamente en los brazos de su madre no le estaba generando ningún sentimiento de confort. No sabía si su rostro lo estaba demostrando lo que sentía o su familia se había coordinado de antemano, pero nadie se opuso en su camino, retirándose para permitirle un paso hasta el recién nacido.
Rita, por su parte, podía ver el rostro descompuesto de su hija, como con cada paso se demacraba más su expresión pese a encontrarse fija en el pequeño en sus brazos, cuando le tuvo en frente estiro sus brazos y sostuvo al pequeño quien abrió sus ojos, notando como la muchacha le observaba, levantando su manita mientras le regalaba una sonrisa a aquella desconocida.
Aquello enterneció a los presentes, el menor de la familia simplemente era feliz ante su desconocida hermana y quería que esta le recibiese, pero Lori... no pudo devolverle la muestra de cariño.
- Yo... lo siento... pero me tengo que marchar.
La muchacha se retiro en silencio, no volvió la mirada ante ninguno de sus familiares quien le observaban perplejos de lo que acababa de ocurrir.
Lori no pudo compartir aquella felicidad en lo que era su hogar.
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101 historias sin odio
Fiksi PenggemarAntología de historias cortas y auto concluyentes sobre la familia Loud, solo que, como dice el titulo, son historias sin odio por la familia, sobre todo al pobre Lincoln quien ya parece saco de boxeo. - Portada hecha por @LSTBErT -