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No sé.  Ahora solo quiero dormir.  “No sé por qué diablos estaba tan triste, pero lo estaba.  A pesar de que recuperé el beso que había soñado durante años, y mi corazón estaba hecho pedazos.  Dulce me abrazó y como buena mejor amiga que era, durmió a mi lado.  Me desperté a las 6 am y me levanté para ir al baño.  Cuando me miré en el espejo, grité, y en unos momentos Dulce tenía un mango de escoba en la puerta del baño, gritando:

- ¡YO MITO, YO MITO!

Me reí y agité mis manos hacia ella: - ¡Cálmate Dul!  Vuelve a dormir.  Me asusté por este nido de ratas en mi cabello.  - Tomé el cepillo y comencé a deshacer los nudos.  Dulce refunfuñó algo y volvió a la cama.  Decidí que tendría que darme una ducha, estaba usando la misma ropa que ayer, había dormido sin desmaquillarme ni nada.  Podía oler Poncho en mi vestido;  Toqué mis labios con incredulidad por lo que acababa de suceder.  Aunque nuestros besos eran reales, no pensé que Poncho sintiera lo mismo por mí.  Incluso ahora no podía creerlo.  Tal vez me besó porque estaba solo, no lo sé.  Me bañé y me quedé bajo el agua tibia durante mucho tiempo, sin pensar en nada.  Cuando terminé de secarme el cabello, sonó mi teléfono.  Era Neni.

- Enciende la televisión ahora.

- Cálmate.  Entré al dormitorio y presioné el botón del control remoto.

“Anahí anuncia el fin de su noviazgo con el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco.  ¿Fue Poncho el pivote de la separación?  La cantante fue vista saliendo de la casa de su compañero de banda anoche".

Y luego hubo imágenes mías saliendo del edificio donde vive Poncho.  Maldita sea.  De ninguna manera quería involucrar a Poncho en esto, maldita sea.

- ¿Cualquier?  dijo Neni.

- Lo siento, estaba distraído.  Mierda, ¿qué voy a hacer?  Neni, te llamo luego.  Te amo.

- Yo también te amo, cuídate bebé.

Me senté en la cama y Dulce se sentó a mi lado.

- ¿Tú ya viste?

- Acabo de ver.  ¿Qué hago?

- Llama a Poncho.

- ¿QUÉ?  ¿ESTÁS LOCO?

- En serio, ha llamado más de cinco veces y todavía son – miró su reloj – ocho horas.

- ¿Y yo digo qué?  No, no llamaré.  Guillermo solucionará esto, lo sé.

Fui a desayunar con Dul y luego ella se fue a su casa.

Cuando era casi mediodía, comenzaron las llamadas.  Maite, Poncho, Chris, Poncho, Ucker, Poncho, mi madre, Poncho, Pedro, Poncho, Velasco, Poncho.  Por supuesto, no respondí ninguna de sus llamadas.  Entré en twitter y decidí apagar el fuego yo solo.

El final de mi relación no tiene nada que ver con Poncho.  Son solo rumores.

Envié un mensaje a mi familia y amigos (excepto Poncho) avisándoles que iba a viajar.  Necesitaba estar solo unos días, concentrarme en el trabajo y en mí mismo.  Dejé mi teléfono celular con mi mamá y conduje hasta el aeropuerto felizmente sin que nadie me viera, lo cual fue casi un milagro.  Aún faltaban dos semanas para el concierto, tendría tiempo suficiente.  El destino que elegí fue España, un pueblito escondido en medio de la nada llamado Foquilla.  Me alojé en una posada donde había chalets y pedí que nadie supiera que estaba allí.  Todos me recibieron muy bien y pude hacer lo que quería.  La única fuente de comunicación que tenía allí era Internet.  Entré en twitter y en mis menciones solo estaba la locura de las víctimas de trauma.  Curioso entré al perfil de Poncho y para mi sorpresa estaba:

enseñameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora