enseñame

18

- ¿Conoces a Anahí?  Poncho siempre te amó.  De vez en cuando le oía pronunciar tu nombre en sueños, y siempre hablaba con tanto cariño de ti...

"Yo siempre lo he amado también" Ella asintió, tomando una respiración profunda.

- Y pensé que lo amaba.  - se rió Perla una vez - y mira a dónde me llevó eso.

- ¿Por qué hiciste eso, Perla?  pregunté nerviosa.

- No lo hice para llamar su atención, si es lo que estás pensando.  No se si Poncho te dijo algo de mi...?  - dejó la pregunta en el aire.

"No," negué con la cabeza.  La enfermera entró en la habitación y aplicó algo al catéter en el brazo de Perla.

- No se esfuerce demasiado, señorita Perla.  Me palmeó el brazo como advertencia.

"Estoy en camino", le dijo a la enfermera, quien se fue con un movimiento de cabeza.

- Anahí, yo no intenté suicidarme para que Poncho se quedara conmigo.  Cuando sus amigos me confrontaron diciendo que sabían que el embarazo era falso, me desesperé.  No porque no tendría Poncho.  Pero porque sin él no tendría a nadie;  ¿tú entiendes?  Tener una familia, un hijo, un marido era mi sueño.  - Se detuvo un poco para respirar - Me vi desesperadamente solo, y mi vida sería triste y vacía.  Pero mira lo que hice - dijo, señalándose con dificultad - Ya no tendré vida.  Esto es algo así como un alivio para mí.

- Perla, no tienes que sentirte así.  La vida es corta, y sea lo que sea, es perfecta.  Recibí una segunda oportunidad como tú, y aún con todas las dificultades sigo aquí.  Hace valer la pena.

- Lo haré - dijo ella - y quiero que tú y Poncho puedan vivir lo que no vivieron hace años.  Es divertido, ¿sabes?  El mundo entero los quería juntos, incluso yo sabía que pertenecían, excepto usted.

Me río, sin humor.  - Gracias yo pienso.  Y espero que estés bien;  y ser muy, muy feliz.

Ella asintió y tomé su mano, depositando un ligero beso allí;  Vi una lágrima de gratitud correr por su rostro y sin poder evitarlo mis ojos también se llenaron.  Guardar rencor definitivamente no era mi estilo.  Cerré los ojos mientras salía, agradeciendo a Dios por la segunda oportunidad que le estaba dando hoy.  Yo, más que nadie, sabía cómo esto cambia nuestros corazones.

Poncho POV:

Mientras Anahí estaba adentro, yo reflexionaba afuera.  Sin embargo, Perla fue una gran amiga para mí.  La conocí en un momento horrible de mi vida, y de alguna manera me ayudó.

Cuando entré en la habitación, le dije eso.

- Quiero poder pagar lo que hiciste por mí.

- Ya correspondiste - respondió ella, débilmente - me liberaste.

Entonces Perla soltó un gruñido cerrando los ojos, y el "bip" del aparato se hizo constante.  El corazón de Perla se había detenido.

Grité e inmediatamente un equipo médico entró corriendo en la habitación, intentando resucitación cardiopulmonar.  Anahí me rodeó con sus brazos y yo me aferré a ella con la cara mojada por las lágrimas.  Aunque yo también estaba llorando, estaba tratando desesperadamente de secarme la cara.

- Cualquiera, ella... - Traté de hablar, pero ella me hizo callar con un movimiento de cabeza, apretándome entre sus brazos.

- Shhh... - dijo Anahí entre sollozos, acariciándome - Lo sé mi amor, lo sé.

Los médicos vinieron a informarme que el ritmo cardíaco de Perla se había estabilizado y mi mundo se aclaró.  Por mucho que me doliera, ella no quiere la muerte como castigo.  Me quedé en el hospital con ella todo el tiempo que pude, pero tenía que volver al trabajo: la gira mundial estaba comenzando.  Hicimos shows maravillosos, y la prensa nos perseguía como un buitre, con especulaciones sobre nuevos trabajos y un posible romance entre Anahí y yo.  Así pasaron 2 meses en la gira, Any y yo estábamos viviendo nuestro mejor momento.  Pasamos el rato tanto como pudimos, y no oculté cuánto amaba estar cerca de ella.