enseñame

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POV Anahí.

Me quedé despierto toda la noche esperando a Poncho.  Llamé, llamé, llamé y nada.  No sabía lo que había pasado, estaba enojado porque me dejó de pie, hasta que me preocupé.  ¿Y si algo hubiera pasado?  No era propio de él desaparecer así, sin previo aviso.  Me imaginé varias hipótesis, entre ellas que se había quedado dormido nada más llegar a casa, que tenía problemas con el coche, incluso que algo malo le había pasado.  Finalmente, cuando eran las 8 a.m. y estaba alucinando, me subí al auto y conduje hasta su edificio, necesitaba saber que estaba bien.  El portero me dijo que Poncho había llegado poco después de dejarme y que después no había salido.  Me dejó ir porque me conocía desde hacía años.  Busqué la llave de repuesto debajo del inodoro en la entrada y no encontré nada.  Llamé a su celular, nada tampoco.  Toqué el timbre una, dos, tres veces.  Cuando estaba a punto de bajar y llamar al cuidador para irrumpir en el apartamento, Poncho abrió la puerta con la cara arrugada y con la misma ropa que ayer.  Se frotó los ojos y cuando entré a la vista, palideció.

- Any, ¿qué haces aquí?

- ¿Como asi?  ¡Pensé que habías muerto!  Me quedé despierto toda la noche esperándote mientras dormías ¿y ni siquiera me vas a invitar a pasar?  - Resoplé incrédulo.  ¿Qué demonios está pasando?

- ¿Qué está pasando amor?  – Poncho cerró los ojos como si sintiera dolor, luego los brazos lo rodearon por la cintura y Perla apareció detrás de él, vestida con un pijama muy corto.  Mi sangre hirvió de rabia y las lágrimas llenaron mis ojos.

- No pasa nada, amor.  – respondí, mientras me daba la vuelta y me alejaba.  Poncho corrió detrás de mí, pero por suerte las puertas del ascensor se cerraron antes de que pudiera alcanzarme.  Me subí al auto y conduje lo suficiente para alejarme unos metros del edificio.  Lloré como nunca antes.  No podía creer que Poncho me hubiera hecho eso.  Mi corazón estaba muerto, no sentía nada más que un dolor insoportable.  Golpear el vidrio me hizo saltar, y cuando miré hacia un lado, vi a Poncho saludándome frenéticamente:

- ¡Abre la puerta, amor, no es lo que estás pensando!  Anahí abre la puerta, déjame entrar, ¡te explico!  - Golpeó el cristal e intentó abrir la puerta.

- ¡VETE!  – grité entre sollozos – ¡TE ODIO, VETE!  ¡FUERA DE AQUÍ ALFONSO!  ¡ALGUNO!  Me tapé la cara con las manos, avergonzada de estar pasando por esto.  Temblando, encendí el auto, sin ver realmente lo que estaba frente a mí.  Conduje hasta la casa de Dulce, que no estaba lejos del condominio donde vivía Poncho.

Tan pronto como entré, me envolvió en sus brazos y me dejó llorar.  Tal vez Poncho ya la había llamado, no sé.  Dulce dijo que me veía terrible.

- ¡Anahí, cuéntame qué pasó!  ¿Por qué Poncho me llamó desesperado?

Entre sollozos y lágrimas traté de contarle lo que había pasado, cuando terminé ella estaba roja de ira, con el teléfono en la mano, probablemente llamándolo:

- ¿Dulce?  Dul, ¿dónde está ella?  ¡Déjame hablar con ella!  - Dijo Poncho al otro lado de la línea.

- ¡IDIOTA, ESTÚPIDO!  ¿NO SE PUEDE VIVIR SIN PONLE CUERNOS A NADIE?  (n/a: pido disculpas a los trendys, la vida no es eso) ¡TE VOY A MATAR IDIOTA!

Poncho POV:

En cuanto Any bajó del ascensor, Perla me siguió diciendo:

- No creo que vayas a dejar aquí a tu novia embarazada, para ir tras esa mujercita Alfonso.

- Primero se te cae la pelota porque no eres mi puta novia.  Lo máximo que puedes ser es la madre de mi hijo, y eso es todo, ¿de acuerdo?  Y no vuelvas a hablar de ella así nunca más.