Fire meet gasoline - Charles Leclerc Fic ✔️

Capítulo 11

"¿Te gustaría ir conmigo a recorrer el mundo, amigo?". Rayo McQueen, Cars 2.

Los días hasta el Grand Prix de Francia se pasan corriendo y Astrid no puede comparar más el sentimiento de vivir con los hermanos Leclerc a como regresar al primer año de universidad y vivir con algunos amigos, a excepción que uno de ellos tiene su propia rutina diaria y un equipo que raramente lo deja solo. Por otro lado, el resto de su ropa y algunas de sus cosas han llegado y le permiten tener un espacio más personal que se permitió acomodar en los primeros días. Arthur se ha portado como todo un anfitrión y la ha llevado a visitar algunos lugares cuando ella tiene tiempo fuera de sus estudios y a veces, Charles suele acompañarlos cuando no está evadiendo decirle a Charlotte sobre Astrid en su apartamento. En realidad, ha sido todo un misterio para Astrid y Arthur como no han coincidido en Mónaco hasta ahora.

—Esa canción lleva sonando como cinco minutos —comenta Arthur pasando por el lado de ella llevando su mochila en su mano sana.

Astrid aparta los ojos de su móvil y lo pone pantalla abajo para que el rubio no lo vea mientras le sonríe nerviosa.

—Es un nuevo trend de Tik Tok —responde con una sonrisa incomoda de labios pegados.

Arthur frunce el ceño y solo asiente, regresando a la sala para llamar a Charles y ella vuelve a ver a su móvil, repitiendo el edit de Charles sin camisa metiéndose a su piscina de agua helada desde la cuenta oficial de Ferrari. Ladea la cabeza de un lado a otro, detallando al hombre y quedando asombrada de su gran físico hasta que su voz la asusta.

—¿Estás lista?

Ella pega un respingo y bloquea su celular con rapidez. Asiente repetidamente y se pone de pie tomando sus cosas para salir del apartamento. Para este fin de semana, teniendo en cuenta que la carrera es cerca de casa, decidieron un viaje en auto hasta Le Castellet, Charles permitiéndole a Astrid manejar bajo su tutela unos cuantos kilómetros. 

—Orribile. Spaventoso. Hai cercato di ucciderci?*

La verdad es que Astrid no podía tomarse en serio a Charles enojado en italiano mientras mueve la mano, tal vez si no hace ese ademán, ella podría sentirse culpable, pero no es así. A menos que sea culpable de querer reírse mientras él se queja por casi morir a manos de la castaña por no calcular bien una curva de la carretera cuando empezaba a oscurecer.

—No conozco la calle —se defiende ella, llevando su maleta mientras entran al lobby del hotel—. No podías esperar a que supiera una carretera que nunca he visto en mi vida. Pero, ey, al menos sabes que sí puedo manejar.

Ella se ríe de forma inocente mientras Charles achica los ojos en su dirección y se dirige a la recepción. Astrid lo sigue junto con Arthur a su lado, a quien realmente no le había importado el incidente de hace horas.

—Chambre pour trois? —pregunta Charles a la mujer de traje azul-negro detrás del mostrador.

—¿Qué dijo? —le pregunta Astrid a Arthur.

—Habitación para tres.

Ella frunce el ceño, pensando que esta vez Charles pediría una habitación solo para ella, pero parece que no será así, aunque al menos, en esta ocasión, tendrá su propia cama. La mujer le tiende la tarjeta de la habitación al piloto de ojos verdes y es este el que guía el camino.

—Me lleva la que me trajo —reniega Astrid en un murmuro, pegando su frente contra la helada pared una vez han entrado al cuarto—. ¿Qué hicimos para que nos hagan esto?

Resulta, pasa y acontece que, nuevamente, les han dado una habitación con solo dos camas. Charles niega, les dice que esperen en el pasillo mientras él baja para arreglar el mal entendido, pero Astrid le sugiere que mejor bajen los tres, así la recepcionista le daría mejor razón a él. No obstante, por más que ambos chicos le insistieran en francés y Astrid lo intentara en inglés, todas las habitaciones están apartadas y esa es la única que queda; lo más que les podía ofrecer como disculpa era algún servicio extra del hotel que la escudería no cubría, aunque eso no resolvía lo de las camas.