Capítulo 60

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"Mi sueño de niño era convertirme en campeón del mundo". Charles Leclerc, actual piloto de Fórmula 1.


Astrid camina con su celular en mano y sus audífonos puestos, intentando relajar mente y cuerpo mientras ruega para llegar a tiempo a la parada de autobuses antes que el último salga hacia su apartamento. No obstante, cosas pasan...

La toman desde atrás, metiéndola en un callejón como aquella vez; la topan contra la pared, como ese día; le dicen cosas y la tocan contra su voluntad, como en esa ocasión. Todo es casi igual, revive su mayor trauma, pero hay una diferencia: ella conoce a su agresor, creció con él, confío en él. Y ahora es su ex mejor amigo quien le hace daño.

—Suéltame —implora entre lágrimas, sintiendo su aire cortarse a causa de un ataque de pánico en progreso—. No me hagas esto.

Repite una y otra vez, presa del miedo sin poder hacer más que sollozar, pensando en ese día que le pasó lo mismo, pensando en si habrá alguna otra víctima.

—¡Astrid!

Escucha una nueva voz al fondo.

‹‹No, no, no››, piensa, sabiendo que la última vez que alguien vino en su rescate terminó mal. El corazón se le acelera, sabiendo el fin de la situación.

—¡Astrid, por favor!

Es la voz de Charles.

—¡No! —grita la chica, llorando.

—¡Astrid, despierta!

La susodicha abre los ojos de golpe, levantándose y casi cayendo del costado de la cama, pero siendo sujetada por alguien. Cuando mira al frente sabe que no es Florence quien la sostiene de la cintura, pues ella está arrodillada delante, sus ojos verdes cristalinos mientras la mira con preocupación, su respiración igual de agitada que la de su amiga.

—¿Qué...? —apenas es capaz de murmurar con su pecho subiendo y bajando.

Se gira con sutileza, curiosa de la persona que está con ellas y cuando sus ojos se encuentran con los verdes de él niega con la cabeza, creyendo que aún está en un sueño.

—¿Flo?

—Es real —le responde su amiga con una sonrisa compasiva—. Está aquí, Astrid.

Los ojos cafés de Astrid vuelven a ver a Charles a su lado y se llenan de lágrimas, esta vez de alivio y sin dudarlo más, se lanza sobre él. Le toma el rostro entre sus manos y sus ojos viajan por él, detallando cada facción del apuesto hombre, queriendo estar totalmente segura que él está ahí.

—Estás aquí —susurra ella con la voz cortada.

Charles alza una mano y con su pulgar limpia las lágrimas de la chica mientras asiente.

—No podría estar en otro lugar, mon étoile.

La toma de las caderas y la acomoda sobre su regazo, dejando que ella descanse su cabeza sobre el pecho de él mientras le acaricia la espalda de arriba abajo para confortarla.

—Esas pesadillas no pueden hacerte daño, Astrid —susurra él sobre su cabello—. Eres más fuerte que ellas. Siempre has sido fuerte y esta no será la excepción.

Planta un tierno beso sobre la coronilla de Astrid y la pega más a su cuerpo.

—Dejaré la luz de la mesa encendida para tu comodidad —dice Florence, poniéndose de pie. Se acerca un poco a Astrid y le da un suave beso en la mejilla, pegando su frente a la de ella—. Te quiero muchísimo, Astronaut, nunca dejes de luchar, nena.

Fire meet gasoline - Charles Leclerc Fic ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora