[ cincuenta y cuatro ]

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Ella dejó de caminar y entonces me giré a verla. A leguas se notaba que estaba realmente nerviosa por todo este motivo.

-¿Qué pasa mi amor? -le pregunté.

-Creo... creo que no es buena idea. Mejor llamo a mi madre y le digo que no venga. O quizás llame a papá y le diga a él que no venga -dijo y tomó su celular.

-Oye, oye -la detuve y le quité el pequeño aparatito -Todo va a estar bien. Ellos dos son personas grandes, van a comportarse.
Ella asintió y besé su frente. Volvimos a caminar y entramos al lujoso hotel para dirigirnos a la parte cómoda del restaurante.
Un hombre calvo y de baja estatura se acercó a nosotros.

-Buenas tardes, ¿en que puedo ayudarlos? - nos preguntó.

-Buenas tardes -lo saludó Betty -Tenemos una reservación a nombre de Alice Cooper.
El hombre miró la agenda que tenía en su mano y asintió.

-Si señorita, la mesa ya esta lista. Por aquí. Comenzó a caminar y lo seguimos. Nos dio el paso para sentarnos en una adornada mesa con cuatro platos. Como todo un caballero le corrí la silla a mi novia y ella se sentó. El mozo se alejó inclinando levemente la cabeza.
Vi como Betty miraba a su alrededor...

-Amor, tranquila -le dije. Me miró a los ojos.

-Cuando mis padres lleguen se va a desatar la tercera guerra mundial -aseguró.

-Quien sabe -dije y acaricie su mejilla -Quizás
sea hora de la paz mundial.

-iNo saben lo contenta que me puse cuando supe que íbamos a almorzar los tres juntos! - escuchamos su aguda voz. Ambos nos giramos a verla. Me puse de pie y ella se acercó a abrazarme -Eres un desconsiderado. No fuiste a visitarme como lo prometiste.

-Lo siento -le dije y me alejé de ella -Pero las cosas no estaban bien en esos tiempos.

Ella miró a Betty y luego volvió a mirarme.
-¿Acaso ella te prohibió que me vieras? -me preguntó.

-No, no -dije divertido. Betty se puso de pie.

-¿Puedes hacerme el favor de saludar a tu hija como corresponde? - le dijo. Alice sonrió y se acercó a ella para abrazarla y besar su rostro.

-Eres tan celosa -aseguró alejándose de ella.

-No son celos -cuestionó ella -Solo me molesta que siempre estés a favor de los demás. De cualquier extraño, menos de mí.

-Eso no es verdad -le dijo su madre mientras se sacaba el abrigo y todos tomábamos asiento. Alice miró bien la mesa y frunció el ceño -¿Por qué hay cuatro platos? Somos solo tres personas.

-Mmm, lo que pasa es que...

-Se confundieron - interrumpi a Betty, que soltó un leve suspiro.

-Voy a pedir que lo quiten -dijo y se puso de pie.

-¡No! -dijo Betty elevando un poco más la voz. Alice la miró extrañada -No, no digas nada. La mesa se ve bien así... con cuatro platos.
Alice volvió a sentarse y pícaramente miró nuestra cercanía.

-¿Hay algo que deban decirme? - nos preguntó. Miré a Betty y sonreí.

-Alice, luego de hacerme sufrir como un idiota y casi enloquecerme por completo tu hija ha aceptado que me ama -le conté. Su boca se abrió del asombro y miró a Betty con los ojos bien abiertos.

-En realidad no fue tan así -dijo Betty mirándome con reproche -Lo que esta queriendo decirte es que...

-Eres mi suegra -le dije y la miré.

-¡Aaay, no saben lo feliz que me ponen! - dijo contenta -Eso quiere decir que son novios,
¿verdad?

-Si -dijo Betty por lo bajo.

-¡Esto hay que festejarlo a lo grande! Llamen al mozo y pidan una champaña que yo voy al baño un segundo -se puso de pie y vimos como desaparecía por una puerta.
Betty volvió su vista a mí y noté su inconfundible enojo.

-¿Qué sucede? - le pregunté.

-¿No te parece que se lo has dicho muy rápido y de una manera muy poco apropiada? -dijo.
Sonreí y me acerqué más a ella para besar cortamente sus labios.

-Todo esta perfecto, amor. Ella lo tomó como yo lo esperé. Pero quédate tranquila, que con tu padre seré de otra manera...

-Hija -ambos lo escuchamos y nos giramos a verlo. Nos pusimos de pie y él se acercó a Betty para abrazarla.

-Hola papá - le dijo cuando se alejó de él y miró hacia la puerta del baño.
Alice no salía. Su padre, Hal, me miró y sonrió.

-Es un gusto volver a verte, Jughead -me dijo y tendió su mano hacia mí. La tomé.

-Lo mismo digo, señor Cooper. -tomamos asiento.

-No sabía que ibas a la misma Universidad que mi hija -miró a Betty.

-Yo tampoco lo sabía hasta aquella noche en la fiesta -mentí. Betty rió por lo bajo.

-Me alegro que se hayan llevado bien -dijo él.
Asentí y miré a Betty. Ella observaba intranquila la puerta del baño. Tomé su mano por debajo de la mesa. Su vista volvió a mí.
'Todo va a estar bien' ella leyó mis labios.
Sonrió y miró a su padre.

-Señor Cooper, básicamente organizamos este almuerzo porque queríamos contarle que su hija y yo... estamos juntos -le dije tratando de sonar lo más tranquilo posible. Nunca pensé que llegaría el día en que tendría que presentarme como el novio de alguna chica.
La mirada de Hal se dirigió a Betty y luego volvió a mí.

-cEso quiere decir que tú y mi hija tienen una relación amorosa? -preguntó. Asentí nervioso. Me parece que la idea no le esta cayendo para nada bien -Eso es muy bueno - aseguró mientras una sonrisa se formaba en su rostro. Sentí como todo el aire que tenía en mis pulmones salía lentamente.

-¿Te agrada la idea? - le preguntó Betty sorprendida.

-Claro que si, hija -aseguró él y palmeó mi hombro -Este muchacho me cayó bien desde la primera vez que lo vi. Además de que eso significa que al fin te has desecho del idiota de Bret.

-¡Papá! - lo retó Betty.

-¿No le caía bien Weston? -le pregunté.

-Para nada... demasiado posesivo para mi princesa. - Un celular comenzó a sonar. Hal lo tomó y miró la pantalla. Se puso de pie -Un minuto por favor.
Se alejó de la mesa mientras contestaba.

-No puedo creer que le hayas agradado desde el primer momento. Se nota que apenas tuvo contacto contigo -me dijo Betty. Reí por lo bajo.

-Yo soy la persona más agradable del mundo, amor. De eso estate completamente segura.

-Perdón por haber tardado tanto -dijo Alice sentándose a la mesa - Había cola para el baño, por dios. Betty miró hacia donde, Hal se había ido. Volví a tomar su mano por debajo de la mesa. Ella rió por lo bajo y me miró -¿Ya pidieron la champaña? - preguntó. Ambos negamos con la cabeza- Bueno, voy a pedirla. Se volvió a levantar y se dirigió hacia la barra.

-Listo, solo era una llamada de oficina - Hal, se sentó en la silla. Lo miramos - ¿Qué vamos a tomar?

-Champaña -dijo Betty .

-Perfecto -aseguró él. Su celular volvió a sonar -Lo lamento, hija. Pero juro que será el último.

-Atiende tranquilo -dijo ella.
Hal volvió a levantarse. Betty y yo nos miramos y estallamos en risas. Me acerqué más a ella y junté mi frente con la suya.

-Esto es tan cómico -le dije.

-Lo se -asintió ella.

-Nunca pensé que almorzar con mis suegros sería tan divertido -rocé sus labios con los míos y ella dejó de reír.

-Esto no está bien, deberíamos decirles - susurró y me besó.

-Ya se van a encontrar -aseguré y la besé un poco más.

-¿Qué haces tú aquí?-

-¿Qué haces tú aquí?-

Nos alejamos y los miramos uno frente al otro con la mesa de por medio. Y el momento del encuentro ya llegó. Que dios nos ayude.

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⏰ Última actualización: Feb 26, 2023 ⏰

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