¿Mi Reina O Mi Esclava? / Michael Kaiser x Tu /Blue lock

¿Por qué yo? ¿Realmente me amas?

Al escuchar tu pregunta Kaiser sonrió.

-Te elegí a ti porque te amo- Dijo alegre.

-Sabes que eso no es a lo que me refiero-

Kaiser lo pensó un momento y antes de darte una respuesta tomó tus caderas y te quitó de encima, cambiando de posición, ahora tu estabas acostada y el estaba sobre ti.

-¿De verdad quieres saber porque tú?- Dijo serio.

-Si-

-Bien...- Kaiser callo un momento poniendo una cara algo sonriente de nuevo y contesto- Te elegí porque eres la mejor persona que he conocido en toda mi vida, eres amable, eres deportista, eres inteligencia, eres frágil, eres simplemente perfecta-

-¿Solo por eso?- Sabías que falta una parte.

-Bueno.... Te elegí porque eres la única que no me siguió como todas las demás, la única que si la insultaba me devolvería el insulto, porque eres una chica diferente a las demas y eso lo supe desde que te vi la primera vez- No se oía muy seguro pero trataba de apretar que si.

-Ya veo...- Dijiste dudando un poco de su respuesta y mirandolo decepcionada.

-¿No me crees cierto?- Dijo al ver tu expresión.

-¿Tu te crees a ti mismo?-

Kaiser te miro a los ojos directamente y soltó una lágrima que cayó en tu rostro para después quedarse callado unos momentos y después hablar.

-Te elegí porque eres igual que yo- Dijo triste.

-¿Igual a ti?-

-Has sufrido mucho a lo largo de tu vida, la gente te ha tratado mal y has perdido mucha gente que amas, lo vi en tus ojos desde que te vi en el club- Kaiser soltó unas lágrimas más al hablar del sufrimiento -Solo te quiero a ti porque eres la única persona que me puede entender-

No esperabas aquella repuesta el Michael Kaiser que tenia tanto dinero, chicas y talento, ¿había sufrido?

-Michael...- Dijiste al ver qué seguía llorando

Cuando el te iba a contar algo termino por caer de a un lado de ti pues aún se sentía mal.

-Ah... Quiero dormir pero ahora tengo mucho calor- Dijo mientras se quitaba la camisa.

Tu le tocaste la frente y viste que ahora tenía temperatura.

-Traere un trapo con agua fría, tu no te muevas de aquí- le dijiste para salir del cuarto.

Vaya que el que Kaiser estuviera enfermo te había revelado algunas cosas que no imaginabas sobre el.

Así pasaron 3 días hasta que Kaiser por fin se curo, era peor que un niño enfermo no quería tomarse los medicamentos, seguía negando estar enfermo, no hacía caso, casi había vomitado una sopa en la que moliste una pastilla, decía a cada rato que se iba a morir y cuando le decías que no, te reclamaba "me muero y no haces nada", era realmente estresante cuidarlo, lo bueno que ya se había curado.

Hoy estaban cenando en un restaurante muy elegante ya que según Kaiser celebraban que se había curado su enfermedad... Algo innecesario a tu parecer pero era su dinero.

Ya estaban terminado su comida y decidiste pedir un postre de vainilla que se oía muy delicioso mientras que Kaiser pidió un helado de fresas, cuando se los trajeron Kaiser se dio cuenta que no sabía tan rico como esperaba así que no se lo quería comer.

-Iug... Esto no sabe cómo quería, demandaré al restaurante-

-¿Que? No lo hagas, solo es un postre-

-Mi reina... soy Michael Kaiser el prodigio de Alemania, si algo no me gusta debe ser eliminado- Dijo super alegre.

-Ten, come este- Le dijiste a Kaiser mientras le dabas tu pastel y tomabas su helado.

-¿Crees que el que me des tu postre evitara que demande el restaurante?- Dijo curioso.

-Solo come... Niño caprichoso- Le dijiste mientras probabas su helado que no sabía para nada mal.

Al comerlo a Kaiser se le iluminaron los ojos y se lo termino super rápido.

-Ahh~ Tan delicioso-

-¿Aún demandaras al restaurante?-

-No...- Dijo juguetón

-Eres un niño demasiado caprichoso...-

Al terminar ambos su postre salieron de aquel restaurante para volver a la mansión.

Una vez que llegaron a la mansión ambos se fueron a la cama para dormir y cuando ambos estaban acostados te abrazo por la espalda para dormir más comodo mientras tanto tu estabas pensando que desde que habías vuelto con él a Alemania ya no se comportaba como antes lo hacía ya no parecía ser ese maldito enfermo que te había hecho cosas horribles ahora parecía ser un chico caprichoso que no haría daño a menos que lo retaras.

-Michael... ¿Por qué ahora eres bueno conmigo?- Preguntaste esperando que aún no estuviera dormido.

-¿Que quieres decir mi reina?- Pregunto sin darle mucha importancia.

-Porque desde que me trajiste cambiaste-

-¿Cambie?- Dijo prestando algo más de atención.

-Si... Ya sabes... Antes de que me fuera si te decía cualquier cosa que no te gustará... me castigarias- Dijiste un poco nerviosa.

-Ah... eso..- No hablo por unos momentos y después continuo- Me di cuenta que de verdad te amo y el tenerte lejos me hizo entender que te trate demasiado mal al hacerte todo lo que te hice, así que ahora que te tengo no te quiero perder otra vez- Dijo con tristeza.

-¿Tu de verdad me amas Kaiser? ¿Estás seguro de eso?- Preguntaste.

-Si, por supuesto que te amo-

-¿Entonces por qué no me dejas ser feliz?-

Al escuchar eso Kaiser te miro de con tristeza y sonrió

-Si te dejo ser feliz.... Estás conmigo y yo te puedo conseguir todo lo que te puede hacer feliz viajes, ropa, comida, casas, mansiones, lo que tú quieras-

-Pero... ¿Y si eso no es lo que me hace feliz?-

-Si eso no es lo que te puede hacer feliz... ¿Que es entonces mi reina?-

-Mi familia... Eso me hace feliz-

-Yo soy tu familia mi reina y si quieres podemos tener hijos, aunque yo no quería tenerlos tan pronto por ser jóvenes pero si tú los quieres ahora, no me opongo- Dijo mientras te abrazaba más fuerte.

-Pero yo quiero a mi hermano, a mis amigos y tambien yo a....-

-No lo digas...- Dijo serio y tapando tu boca -No digas ese nombre-

Asentiste para aquel te soltara la boca y seguiste hablando.

-Michael quiero volver con mis amigos y mi hermano- Le dijiste mientras salía una lágrima de tus ojos.

-No puedes... Ahora yo soy toda tu familia mi reina... Ahora hay que dormir mañana tenemos cosas que hacer- Dijo para volver a cerrar sus ojos.

-Si...-

Tras esto te quedaste profundamente dormida pero Kaiser no, así que te después de un tiempo sin poder dormir, te soltó y se levantó de la cama.

Cuando se levantó fue hacia una ventana que había en el cuarto y miro el cielo de noche para después voltear a verte a dormir.

-¿Nunca vas a ser feliz conmigo verdad?- Dijo mientras soltaba una lágrima.

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Kiara <3.