Capítulo 30

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La razón es lo que nos guía a actuar con prudencia y a evitar equivocarnos, la locura, por su parte hace que queramos cometer errores sin tener que afrontar las consecuencias que vengan. 

Pero lamentablemente, todo acto trae consigo una consecuencia buena o mala; pero como se trata de mi, podría llegar a ser incluso mortal. Y así seria.

Sentada en el inodoro con una prueba de embarazo arrojada a un lado, las piernas temblorosas como la gelatina y lagrimas por todo el rostro, no se debe considerar este como el mejor escenario posible ¿pero que se podría esperar de una persona como yo? que trae consigo la fatalidad.

Mi llegada al orfanato fue fácil, lo difícil fue la despedida, como siempre mis sentimientos y mis lagrimas me jugaron una mala pasada, mas aun, sabiendo que Stephen no había estado ahí para darme su apoyo; para darle un último abrazo.

 Despedirme de Amy y Bryan no fue complicado, nunca les tome un cariño especial, así que no hubo mucho que lamentar. Llegue a descubrir que Stephen solo me tenía a mí y yo sólo lo tenía a él, estábamos los dos juntos en esto, él se mostraba tan inquebrantable, pero lo cierto es que sus sentimientos eran frágiles, y yo, por mi parte, nunca llegue a confiar mucho en mí, y cuando él estaba a mi lado me daba la seguridad necesaria para enfrentar a la galaxia entera.

River. No es sencillo hablar de como fue la despedida, cuando llegamos al aeropuerto, lo único en lo que pensaba era en Stephen, su nombre daba vueltas por mi cabeza, iba decidida a encontrarlo aunque fuera allí, ver sus ojos llenándose de lagrimas incontenibles, sus brazos tomándome, su boca sobre la mía; pero no. En vez de ver a Stephen lo vi a él, verlo hizo que mis ojos colapsaran en lagrimas, su cara mostraba confusión, prueba de que no llevaba mucho tiempo de haberse enterado de la noticia. Me acerque a grandes pasos hacia el, y me tomo en un fuerte abrazo.

—¿Que paso? ¿Sabes donde se metió el idiota? —empezó a hablar.

—Creí que dirías algo como "Oh April, ¡te extrañare tanto!". Por cierto, eres su mejor amigo y los amigos saben donde a donde mierda se va su mejor amigo cuando las cosas no salen muy bien ¿no? —mi voz se corto en la ultima palabra.

—Por supuesto que sí. —Suspiro. —Ven, necesitas uno de mis abrazos.

—Lo único que necesito es un puente.

—¿Quieres ver un rió? —me pregunto con cara de confusión.

—No, para tirarme de el.

—Uhhh, eso no suena muy cool.

—Últimamente nada es muy cool.

—April, nos tenemos que ir. Tu vuelo va a salir en menos de quince minutos, despídete. —Amy nos interrumpió.

Nos miramos una ultima vez a los ojos y sin existir si quiera un contacto nos prometimos un encuentro, y nos dijimos las palabras que no nos pudimos decir. Todo esto se sello con un abrazo, las promesas flotando en el aire como dientes de león y los dos tratando de ser fuertes ante la inminente tempestad. Todo esto finalizado con una palabra que encierra miles de posibilidades ¿un reencuentro? ¿una despedida para siempre? Tres vocales, dos consonantes e infinidades de posibilidades tan solo en una palabra "adiós" 


Me aleje dando pasos tambaleantes, mis piernas como ya era costumbre se volvieron de gelatina, pero se terminaron de derretir con la expresión del rostro de River al recibir una llamada, que lo hizo salir corriendo del aeropuerto a pasos acelerados y olvidando mantener la compostura, soltando todo lo que guardaba dentro de si. Lagrimas descendían como cascadas por su cara. Hasta aquí había llegado su mascara. Intente salir corriendo detrás de el, pero Bryan me detuvo del brazo diciéndome que si iba tras el perdería el vuelo. Como de costumbre le hice caso y fue la peor decisión que pude tomar. En este caso decidí obedecer a esa pequeña parte de mi a la que le dicen "razón" pero hubiera sido mil veces mejor la "locura", por lo menos de esta manera lo hubiera podido ver una ultima vez... 

Sin razón, con locuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora