Sin razón, con locura

Capitulo 18

Unos minutos después escuche un ruido en la puerta, era Stephen.

—Hola —me sonrió y me abrazo.

—Hola. —le seguí el abrazo.

— ¿Quieres salir?

—Bueno. —Sonreí —Voy a tomar mi bolso y ya te sigo.

—Ok.

Fui a la habitación y cogí mi bolso y una chaqueta del armario, me arregle un poco el cabello y me puse algo de maquillaje en el rostro.

—Bien, ¡Vamos! —le dije mientras salía de la habitación.

El resto de la tarde fuimos a almorzar y al cine, estábamos en un centro comercial comiendo.

— ¿Quieres ir a una fiesta? —me pregunto.

— ¿Qué? —respondí.

— ¿Vamos a una fiesta?

—Bien —sonreí — ¿en dónde? —Pensé unos segundos — ¡Oye! ¡Espera! ¿Y tu novia?

—En la playa, y ella no está en la ciudad.

— ¿Y no le piensas decir? —pregunte.

— ¿Por qué tendría que hacerlo? ¿Tú lo hiciste con Thomas?, aunque no se ni que son.

—Buen punto y supongo que seguimos juntos. —rodé los ojos y le sonreí.

Nos levantamos, Stephen me tomo de la mano, y salimos en su auto rumbo a la playa, tardamos unos minutos en llegar, cuando lo hicimos bajamos del auto y caminamos alrededor de las olas.

El lugar estaba lleno de adolescentes que jugaban o practicaban algún deporte, otros simplemente estaban sentados alrededor de una fogata.

Stephen estaba buscando a alguien con la mirada, supuse que buscaba a sus amigos, cuando por fin los vio, me llevo casi arrastrada hacia donde ellos se encontraban.

Estaban sentados en un tronco, alrededor de una gran fogata, estaban hablando, eran tres chicos.

— ¡Hey! ¡Por aquí hermano! —le grito el amigo de Stephen, sacudiendo su mano.

— ¡Dame una! —dijo Stephen señalando una botella de cerveza.

— ¡Claro! —Contesto su amigo — ¿Y quién es la chica?

—Es… —interrumpí a Stephen.

—Soy April. —sonreí.

—River —me guiño un ojo. —y, ellos son Nick y Mike. —Nick tenía el cabello negro y los ojos marrones era un poco más bajo que Stephen, y Mike tenía el cabello castaño y sus ojos eran verdes, era un poco más alto que Nick, pero más bajo que Stephen.

—Mucho gusto. —sonreí.

— ¿Cuántos años tienes? —me pregunto Nick.

—Dieciséis y ¿tu?

—Dieciocho.

— ¿En dónde vives? —pensé la respuesta por unos segundos, no podía decirles que venía de un orfanato y que iba a ser adoptada.

—Emm, yo eh… —me interrumpió Stephen.

— ¡Ya basta! ¿Acaso esto es un interrogatorio? —Dijo un poco irritado, le dio un trago a su cerveza y la dejo en el suelo—Ven vamos a dar un paseo por el mar. —me ofreció su brazo y lo tome.

—Ok.

—Ya regresamos. —les dijo.

—Bien. —Gruñeron sus amigos —No hagas nada malo con ella.