Capítulo 11

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Stephen le entrego los caballos a un señor que trabajaba para ellos, caminamos a lo largo del inmenso jardín hasta que llegamos a la puerta de la casa/mansión, Stephen toco al timbre e inmediatamente salió la empleada que nos abrió la puerta y nos invitó a seguir.

—Hola joven Stephen y hola señorita. —dijo la empleada.

—Mucho gusto April. —le extendí la mano.

—Mucho gusto Alice. —me sonrió y tomo mi mano.

—Eh Alice estaremos en la cocina, creo que ya te puedes ir y muchas gracias por todo. —dijo Stephen.

—Muy bien, Stephen te deje la cena en el microondas por si te da hambre. —dijo Alice.

—Muy bien, gracias, pero prefiero cocinar.

—Bien, hasta luego señorita April y adiós Stephen, cuídate. —dijo ella.

—Adiós, que este bien Alice. —le dije, Stephen simplemente le guiño el ojo.

Alice, se dirigió a la puerta y se fue.

— ¿Tienes hambre? —pregunto Stephen.

—Emm un poco.

—Bueno, pues vamos a la cocina.

—Bien. —sonreí.

Atravesamos un largo pasillo hasta que llegamos a la cocina, era muy espaciosa y bonita, no se comparaba a la del orfanato, y eso que haya habían muchos jovenes internados.

Stephen abrió un armario y se puso un delantal, luego saco otro y me lo extendió para que lo tomara.

—No, no se cocinar. —Le dije —Ya sabes, en un orfanato te cocinan, además no creo que quieras que queme tu cocina.

— ¿Enserio? Bueno, no importa yo te enseño. —me sonrió.

—Bien. —Gruñí —Por lo menos te lo advertí. —me puse el delantal.

Rodo los ojos — ¿Qué quieres que te cocine?

—No lo sé ¿Qué sabes cocinar?

—La pregunta correcta seria ¿Qué no se cocinar? —rodé los ojos.

Me acerque a él —entonces enséñame —dije despacio.

Entonces él se me empezó a acercar más de la cuenta, vi sus preciosos ojos azules, pero me imagine a Thomas y aleje la cara.

—Yo eh, lo siento. —dijo Stephen.

— ¿Qué vamos a cocinar? —me sonrió y se dirigió al refrigerador en donde saco varios ingredientes.

—Tu encárgate de cortar en pedacitos la zanahoria, cuidado con cortarte. —me paso una zanahoria y un cuchillo.

—Descuida, se cómo se hace. —le recibí el cuchillo y la zanahoria sin dejar de mirarlo un segundo.

Empecé a pelar la zanahoria, y a cortarla en trozos, desvié la mirada para ver a Stephen preparando algo en una pequeña olla, sin querer el cuchillo se me desvió un poco y acabo cortándome.

Grite y Stephen se acercó un poco preocupado. — ¿Estás bien?

—Sí, solo fue una cortada. —me miro el dedo sangrando y se puso un poco pálido. —Oye y tú ¿estás bien?

Stephen no se movía ni hablaba, me fui a lavar el dedo a la regadera y Stephen empezó a reaccionar.

—Lo siento, tengo hemofobia. —bajo de nuevo la mirada a mi dedo e hizo como si fuera a vomitar y se fue corriendo al baño.

Me puse un trapo alrededor del dedo y fui corriendo detrás de él.

— ¡Stephen! ¿Estás bien?

—Solo son náuseas y mareo.

—Mejor recuéstate un poco.

—Bien, mira hay venditas y desinfectante, por favor aleja tu dedo de mí.

—Ok. Vete.

Stephen salió del baño y se dirigió a su habitación, me subí a una silla para alcanzar las venditas y el desinfectante, los tome y me baje de la silla. Me aplique un poco de desinfectante con un algodón y me puse la vendita.

Salí del baño y como no sabía dónde quedaba la habitación de Stephen lo llame.

— ¿Stephen?

—Sube. —escuche que dijo.

Camine hacia donde se veían unas inmensas escaleras y las empecé a subir, cuando por fin llegue al segundo piso me dirigí a la primera habitación que se veía, y no era la de Stephen, los colores de las paredes eran negro y lila, había una espaciosa cama con un cubrecama del color de las paredes, también había una gran ventana y un lindo balcón. Se veía que tenía también un baño privado.

Salí de la habitación y escuche que Stephen me llamaba.

—April, por aquí.

Pase por unas cuantas habitaciones más hasta que llegue a la habitación en la que estaba Stephen, él estaba recostado en la cama y no tenía camisa. Cuando me vio se sentó en la cama.

—Ya estoy un poco mejor. — dijo.

—Qué bueno. —sonreí y luche por no bajar la mirada a su abdomen pero acabe por hacerlo.

— ¿Te gusta lo que ves?

— ¿Ehh?, Pues la verdad he visto mejores.

—Eso ni tú te lo crees. —me sonrió con arrogancia. 

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Voten y comenten se los agradezco infinitamente♡

La de la foto es April :)

Saludos ;)

Sin razón, con locuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora