Estaba sumida en mis pensamientos mirando el reloj marcando la hora Tic, tac, tic, tac, su sonido me daba escalofríos, lo único que hacía era llenar un poco el silencio y la penumbra en la que me encontraba aquella noche.
Mi nombre es April Wilson, cabello castaño, piel clara, ojos cafés, nada fuera de lo común, vivía en un pueblo alejado de la civilización en el cual solo había un centro comercial, y bueno en realidad no vivía como tal en el pueblo, vivía en un orfanato, en donde los días eran eternos; pero para ser sincera no era mucho lo que yo podía hacer para salir de ese lugar.
Habían pasado tantos años desde que mis padres me abandonaron que la verdad me acabe acostumbrando un poco a la soledad que me agobiaba.
Acababa de ir a la habitación de mi mejor amiga, aquella que hacía que mi mundo fuera un poco mejor, más alegre, más acogedor, su nombre era Katherine, pero le decía “Kathe”, me gustaba mucho estar a su lado, ayudaba a no sentirme tan sola, tan abandonada. La conocía desde hace 16 años, es decir desde que me habían dejado aquí.
Ya era hora de dormir, así que me aliste, me cepille el cabello y los dientes, me puse mi pijama y me fui a la cama, hoy no había sido un día fácil ya que había tenido una reunión en la cual me dijeron que posiblemente me adoptarían, pero ya había pasado mucho tiempo y la verdad no me quedaban muchas esperanzas de ser adoptada; además solo me restaban unos pocos meses para salir y decidir qué hacer con mi vida.
A la mañana siguiente me desperté a las 7:00 am, intente arreglarme lo más rápido posible ya que tenía clases y no me había levantado a la hora exacta para llegar a tiempo.
Ya iba saliendo de mi dormitorio cuando me tropecé con alguien, levante la mirada y observe que con quien me había tropezado era con Kathe, mi mejor amiga.
-Hola Kathe-Le dije
-Hola ¿Qué esperas? ¡Vamos!-Me grito
Salimos corriendo al campus que quedaba al otro extremo del orfanato en donde se encontraba la escuela, afortunadamente teníamos la misma clase, que era biología, ingresamos y nos sentamos en nuestros respectivos asientos.
La clase transcurrió con normalidad, no era una de mis materias favoritas pero la soportaba, cuando termino nos dirigimos a la cafetería para almorzar.
-Kathe, voy a hacer la fila para comprar ¿vienes?-Le dije
-Espera un momento, no veo a Thomas –Thomas era nuestro mejor amigo, Kathe había estado enamorada de él desde que lo vio llegar por las puertas del orfanato, es decir hace 15 años.-
-Tal vez le hicieron un examen y por eso está retrasado, no te preocup...
-¡Hola!-Me interrumpió Thomas
-Hola Thomas-Le respondimos
-Voy por nuestros almuerzos y ya vuelvo, ustedes busquen un lugar en donde sentarnos-Dijo Thomas
-Bueno, y gracias- le dije
Ya estábamos sentadas y esperábamos a que Thomas regresara de comprar nuestros almuerzos, en eso Thomas me llamo para que fuera por el mío y el de Kathe. Cuando regresamos nos dispusimos a almorzar y a hablar sobre nuestras clases y sobre la fiesta que se avecinaba en la que venían nuestros “familiares”, bueno los que tenían.
La dichosa fiesta se celebraba el próximo viernes, es decir en una semana yo no tenía ganas de ir, puesto que me ponía triste el saber que no tenía familiares que se interesaran por mí y que bueno, vinieran a visitarme.
-April tienes que ir o si no te matare- me dijo Kathe
-Buhhh que miedo, y no, no iré- Respondí
-Vamos April que iremos los tres-Me dijo Thomas
- Ok, lo pensare-Dije
-¡APRIL!-Gritaron
-¡¿QUEE?!-Respondí
-Sabes que es una de las pocas oportunidades que tenemos de conocer a alguien de afuera ¡Vamos April!- Dijo Kathe
-Está bien, está bien ¡IRE!, el problema es que no tenemos pareja
-¡Eso no es problema! Thomas tiene muchos amigos de su equipo de futbol-Dijo Kathe
Y en ese momento empecé a arrepentirme de mi decisión...
N/A
Les agradecería mucho si votan y comentan ♡
Saludos♥
ESTÁS LEYENDO
Sin razón, con locura
RomanceUna chica. Un chico. Un orfanato. Una adopción. Nueva familia. La vida de April está a punto de cambiar. Pasará de la monotonía a la acción. Del encierro a la libertad. De la soledad a la compañía. Muchos cambios están a punto de suceder. El orfanat...