La pregunta se había escapado de mis labios antes de que la hubiera podido detener.
— ¿Qué? —preguntaron todos en la sala.
—Yo ehh, lo siento… si, si tengo novio. —le respondí.
—Eso se puede solucionar. —escuche susurrar a Stephen, afortunadamente nadie más en la sala lo escucho.
—Bien esto ha sido todo por hoy. —Dijo la directora Collins —April, te puedes retirar y si te necesito te lo hare saber.
—Bien. —le respondí y me levante del asiento.
—Adiós April, que estés bien. —me dijo Stephen y me guiño un ojo.
—Adiós. —le respondí.
—April despídete de Amy y de Brian. —dijo la directora.
—De acuerdo. —Bufe —Adiós señora Hoffman, adiós señor Grey.
—Que te vaya bien. —respondieron ellos.
Me dirigí a la puerta y la abrí, al salir vi que en la sala de espera no estaba Thomas, así que decidí irme sola, y empecé a caminar.
—Espera April. —oí que alguien gritaba a mi espalda.
Me gire y hay estaba Stephen.
— ¿Hola? —le pregunte.
—Hola. —me sonrió.
— ¿Necesitas algo?
—Si, a ti, pero eso lo veremos después. —bufe y seguí caminando, pero cuando había dado ya un paso alguien me había agarrado del brazo.
—Espera… —me gire y me solté de su agarre.
—Habla rápido, no tengo tiempo.
—En realidad estas en un orfanato, creo que lo que te sobra es tiempo. —dijo él.
Lo empuje y empecé a caminar, pero él se me adelanto quedando frente a mí.
—Lo siento, ¿quieres salir a comer algo mañana? —pregunto él.
—No gracias. —respondí.
—Enserio lo siento, pero tal vez seamos hermanos y creo que es mejor empezarnos a llevar bien.
—Cuando sea un hecho lo hare, pero por ahora no, así que si me disculpas. —me gire y de nuevo me agarro del brazo.
— ¡Suéltala! —oí que gritaba alguien.
— ¿Quién eres? —pregunto Stephen.
—Su novio, así que o la sueltas o te arrepentirás.
—Ya cálmate principito, solo la iba a invitar a cenar, ya sabes, pronto será mi hermanita y estoy para complacerla.
Thomas tenia los puños apretados a cada lado, se le estaban poniendo los nudillos blancos.
—Ya vamos Thom, déjalo no vale la pena. —lo tome de la mano.
—Adiós hermanita. —dijo Stephen guiñándome un ojo.
Thomas casi se devuelve pero afortunadamente lo detuve y seguimos caminando.
— ¡Viste lo que te dijo! ¡Cómo se atreve! —grito Thomas.
—Ya cálmate.
— ¿Qué me calme? ¡Pero si te invito a cenar!
— ¡Cálmate! Eso no es lo más importante, ¡estoy a un paso de ser adoptada! Y lo único que te importa es el tonto de Stephen.
—Ahhh ¡hasta te sabes su nombre!
—Se supone que va a ser mi hermano ¡es obvio que me lo debo saber!
— ¡Te gusta! ¿Verdad?
— ¡Ya déjalo! —y me fui caminando lo más rápido que pude.
Fui a mi habitación, me di una ducha, luego pase por algo de cenar al comedor y hay estaba Kathe.
—Hola traidora. —dijo ella.
Lo que me faltaba que mi supuesta amiga me hablara.
Seguí caminando pero sus gritos me detuvieron.
— ¿Ahora también le coqueteas a tu hermanastro? ¿Por qué eso es lo que van a ser no?
— ¡YA CALLATE! —me devolví y le di una cachetada.
Ya se me había quitado el hambre así que me dirigí a mi habitación, iba caminando por el pasillo pero Thomas me detuvo.
—April lo siento mucho, por favor perdóname.
—Ya no importa Thomas. —me solté de su agarre y me fui caminando a mi habitación.
A la mañana siguiente me bañe lo más rápido que pude, me maquille y me puse un vestido, fui al comedor y desayune algo ligero.
Iba de camino a la escuela cuando alguien me coge del brazo, voltee a ver y era Stephen.
—Hola hermanita. —me dijo él.
— ¿De nuevo tú? —Bufé.
—Sip, en el fondo te alegras de que haya venido ¿no? —Iba a hablar pero él me interrumpió— vengo por ti a las 5.
—Pero no tengo permiso.
—Ahora si —y se alejó mientras movía el permiso de la directora en su mano.
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Sin razón, con locura
RomanceUna chica. Un chico. Un orfanato. Una adopción. Nueva familia. La vida de April está a punto de cambiar. Pasará de la monotonía a la acción. Del encierro a la libertad. De la soledad a la compañía. Muchos cambios están a punto de suceder. El orfanat...