La noche paso lento, la verdad no podía dormir muy bien porque pensaba que en cualquier momento River se despertaría y haría algo, de todas maneras era un completo desconocido para mí. Afortunadamente lo único que hacía era moverse de un lado al otro y respirar fuerte, también hablaba dormido, no entendía muy bien pero más o menos decía cosas como: <<¿te dolió?>> o <<Ven te mostrare mi habitación>>. Supongo que sus sueños no eran para nada inocentes. Al cabo de unas horas vigilando que no se moviera me pude quedar dormida.
Alguien me sacudía, me desperté y cuando intente mover mi cabeza un dolor punzante me sorprendió.
— ¡April! ¡Vino Stephen! ¡Levántate! —Era River.
— ¿Y? —pregunte volviendo a cerrar los ojos.
— ¡Me matara!
Bufe y me enderece. —No tiene derecho, me dejo tirada ¡y no grites! ¡Me duele la cabeza!
En ese momento alguien empujo la puerta de la habitación de River, se abrió de golpe sobresaltándome.
Al otro lado se encontraba Stephen algo despeinado y con ojeras, definitivamente no había dormido nada, seguro que se había divertido con Rachel, pensar en eso me dolía, seguro que hicieron el Kama Sutra entero <<no pienses en eso>> me dije a mi misma.
— ¿Por qué mierda tiene tu sudadera? —grito Stephen con la mandíbula apretada. Tomo por sorpresa a River del cuello levantándolo de esta manera a unos centímetros del suelo.
— ¡Tú la dejaste por irte con Rachel! ¡Maldita sea! ¿Querías que la dejara tirada? ¡Suéltame estás borracho!
— ¡Suéltalo! ¡Él no tiene nada que ver! ¡Acá el único culpable eres tú! ¡Eres un estúpido!
Stephen soltó a River y lo dejo en el piso, se dirigió y me tomo de las muñecas juntándome así con él.
—Déjame a solas con ella unos minutos. —Dijo con la voz más moderada de lo que me hubiera imaginado —Por favor. —dijo esto apretando un poco los dientes.
River me miro y yo asentí, luego salió de la habitación dejándome sola con Stephen.
— ¿Por qué te viniste con él?
—Creí que era obvio, te fuiste con Rachel ¿no?
—No. Vi que te alejabas y te fui a buscar, pero River te llevaba cargada y no me quise meter.
— ¿Recuerdas lo que me dijiste? —Stephen soltó un poco su agarre.
—Si. En verdad lo siento no pensaba lo que decía.
— ¡Ya deja de aparentar!
— ¿A qué te refieres?
—Me doy cuenta en la forma en que me miras, no es la mirada que un hermano le da a su “hermana” —hice el gesto de las comillas con los dedos.
Me soltó y se tocó el cuello como si allí encontrara la respuesta que había estado esperando desde hace unos días.
—Tienes razón, yo… —suspiro —Yo lo siento, no debería comportarme así contigo, intentare parecer un hermano mayor si es lo que deseas.
—Me parece justo. —sonreí.
Stephen me unió a él en un abrazo, mi cara quedo contra su pecho, podía sentir el ritmo de su corazón que iba algo rápido, el no dejaba de acariciar mi espalda. Levante un poco la mirada y vi sus hermosos ojos azules, me perdí en ellos, el bajo la mirada a mis labios y yo a los suyos, nos estábamos acercando, pero un ruido sordo hizo que nos separáramos de repente.
ESTÁS LEYENDO
Sin razón, con locura
RomanceUna chica. Un chico. Un orfanato. Una adopción. Nueva familia. La vida de April está a punto de cambiar. Pasará de la monotonía a la acción. Del encierro a la libertad. De la soledad a la compañía. Muchos cambios están a punto de suceder. El orfanat...