𝗛𝗔𝗥𝗥𝗬 𝗣𝗢𝗧𝗧𝗘𝗥 || ❝𝑗𝑒𝑠𝑢𝑠 𝑒𝑠 𝑚𝑖 𝑣𝑖𝑟𝑡𝑢𝑑, 𝑦 𝑗𝑢𝑑𝑎𝑠 𝑒𝑠 𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑚𝑜𝑛𝑖𝑜 𝑎𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝑎𝑓𝑒𝑟𝑟𝑜❞
[EN EDICION]
Donde Ruby Weasley debe elegir entre su gran amigo Harry Potter y su mayor enemigo Draco Malfoy, el cu...
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Los ojos de Ron brillaron al ver toda la comida aparecer en la mesa. Sus manos rápidamente fueron a las patas de pollo y empezó a comer al igual que su hermana.
Hermione veía algo extrañada a la pelirroja.
—Wow, que desesperada.— comentó.
—¿Qué? Tengo mucha hambre y no voy a desaprovechar mi estómago, para algo sirve, ¿no?— la miró y Hermione suspiró comiendo al igual que ellos.
—Percy, ¿quién es el profesor que está hablando con Quirrell?— preguntó Harry al pelirrojo.
—Es el profesor Snape, director de la casa Slytherin.— respondió.
—¿Qué enseña?
—Pociones. Pero desea enseñar Artes Oscuras, lleva años tras el puesto del profesor Quirrell.
Ron iba a agarrar otra porción pero un fantasma apareció ocasionando que se asustara.
—¡Hola! ¿Cómo estás? Bienvenido a Gryffindor.— saludó el fantasma.
Al terminar de saludar aparecieron más fantasmas y Ruby miraba asombrada, y perturbada, todo haciendo reír a los gemelos Weasley.
—Hola, Sr Nicholas, ¿tuvo un buen verano?— interrogó amablemente Percy.
—Horrendo. Otra vez no me dejaron participar en la Caza de Decapitados.— dijo ofendido.
—Yo lo conozco.— habló Ruby.— Usted es Nick Casi Decapitado.
—Prefiero que me llamen Sr Nicholas, si no te molesta.— aclaró y ella asintió con la cabeza.
—¿Casi decapitado? ¿Cómo puede ser casi decapitado?— se confundió Hermione.
—Así.— agarró su cabeza y la decapitó pero no por completo. Ron gritó horrorizado, Hermione esquivó la mirada, Ruby se tapó los ojos y Harry solo miraba algo asqueado.
Se fue.
—Ya está, Ruby, ya puedes mirar.— la calmó Harry y le hizo caso.
—Que asco. Todo por culpa de una niña que le gana la curiosidad.— miró molesta a Granger y ella se encogió de hombros.
La cena terminó y todos los de Gryffindor siguieron a Percy.
—Gryffindors, siganme, por favor. No se atrasen, gracias.— ordenó y se detuvieron en unas escaleras. Miraban sorprendido la cantidad de escalones que había y los cuadros que se ubicaban en las paredes.— Este es el camino más directo a los dormitorios. Pero cuidado con las escaleras, les gusta cambiar. Siganme, no se atrasen, vamos.— empezaron a seguirlo de nuevo subiendo las escaleras.— ¡Rápido, vamos!
—¡Por Merlín! No tenemos un turbo en nuestras piernas, Percy.— se quejó Ruby quien rodeaba su brazo por el brazo de su hermano gemelo.— Cuando estemos en casa recuerdame matarlo.— murmuró y Ron asintió.
