𝗛𝗔𝗥𝗥𝗬 𝗣𝗢𝗧𝗧𝗘𝗥 || ❝𝑗𝑒𝑠𝑢𝑠 𝑒𝑠 𝑚𝑖 𝑣𝑖𝑟𝑡𝑢𝑑, 𝑦 𝑗𝑢𝑑𝑎𝑠 𝑒𝑠 𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑚𝑜𝑛𝑖𝑜 𝑎𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝑎𝑓𝑒𝑟𝑟𝑜❞
[EN EDICION]
Donde Ruby Weasley debe elegir entre su gran amigo Harry Potter y su mayor enemigo Draco Malfoy, el cu...
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Salieron de la casa y bajaron las escaleras decidiendo dejar a Snape allí ya que sabían que si lo despertaban se iban a meter en problemas.
Sirius y Ruby ayudaban a Ron a caminar, Harry estaba con Hermione detrás y Remus sostenía a Pettigrew por si se escapaba.
—Perdón por la mordida. Supongo que te debe de arder un poco.— se disculpó Sirius.
—¿Un poco? ¿Un poco? ¡Casi me arrancas la pierna!— se quejó Ron.
—Quería agarrar a la rata. Normalmente, tengo una disposición nuy agradable como perro. Más de una vez, James sugirió que hiciera el cambio permanente. La cola no me molesta, pero las pulgas son terribles.— habló Sirius deteniéndose y guiñando el ojo a Ruby de manera divertida, la chica rió un poco y llegaron hacia arriba donde estaba el sauce boxeador.
Sirius y Ruby dejaron sentado a Ron en el suelo y la pelirroja se puso a su lado para ayudarlo con la herida. Hermione y Harry llegaron y la castaña se sentó también acariciando su muñeca mientras Harry observaba a Sirius caminar.
—Más vale que te vayas.— dijo Ruby mirando al azabache.
—No, no te preocupes. Todo está bien, me quedaré.— la calmó ayudando a su mejor amigo.
—Tú vete, yo me quedaré.— le tomó la mano la Weasley.
El chico se levantó y miró al pelirrojo.
—¿Estás bien?
—Si, ya ve.— respondió. Harry fue con Sirius a hablar y las chicas se quedaron con Ron.
—Tienes mucha sangre, Ron.— notó Ruby.
—Se ve doloroso.— comentó Hermione.
—Si, muy doloroso. Seguro me la corten.
—Que exagerado eres, Ronald. La señora Pomfrey te la arreglará enseguida, al igual que a ti, Mione.— Ruby miró a ambos y estos asintieron con la cabeza.
Voltearon al escuchar las voces de Remus y Peter.
—¡Ron! ¿No he sido una buena mascota? No dejarás que me entregue a los dementores... ¡Ruby, tu menos! Sé que me despreciabas desde antes pero soy de la familia.— le tocó el brazo a la chica y Ron lo apartó bruscamente.
—¡No toques a mi hermana!
—¡Muévete!— Remus lo agarró levantándolo y apuntándole con su varita.
Ruby suspiró y notó una pequeña luz. Luego se dió vuelta y vió la luna así que abrió sus ojos como platos y se levantó rápidamente.
—¡Harry!— lo llamó y Sirius junto a su ahijado la miraron. Ésta señaló la luna que aparecía entre las montañas.
Sirius y Harry corrieron y éste último fue a Ruby tomándola de la mano y alejándola de la situación.
—¡Remus, mi viejo amigo! ¿Tomaste tu poción hoy?— preguntó Black tomándolo de los hombros mientras el profesor gritaba.— ¡Tú sabes que eres un gran hombre! ¡Este corazón es el que te define!
