𝗨𝗡𝗔 𝗪𝗘𝗔𝗦𝗟𝗘𝗬 ━━ 𝗱𝗿𝗮𝗰𝗼 𝗺𝗮𝗹𝗳𝗼𝘆

3T. Capitulo uno

El verano para los Weasley fue sensacional. Habían ganado el gran premio anual Galleon Draw de El Profeta. Por lo tanto, usaron el dinero para ir a Egipto y visitar a Bill, persona que extrañaban mucho los mellizos menores y para la varita de Ron. Ruby al ver el periódico donde El Profeta mostraba su merecido descanso, se lo mandó a Harry mediante su lechuza y Ron le envió un Chivatoscopio por los trece años del azabache.

Ruby extrañaba demasiado a Harry, no podía olvidar los momentos que tenía con el y era algo que Ron, Fred y George notaban así que las burlas no tardaban en aparecer en cada rato. Tenían suerte que no les permitía utilizar magia fuera de Hogwarts, ya que estaban seguros de que su hermana les tiraría un hechizo.

Ahora se encontraban en el Caldero Chorreante que se situaba en el Callejón Diagon, pues ya al día siguiente empezaban las clases. La pelirroja salió sola por el Callejón para conseguir un gato, su padre le había dado galeones para obtenerlo, según el se lo merecía.

Al llegar a la tienda se encontró con Hermione. Sonrió inmensamente y la abrazó por detrás.

—¡Hermione!— exclamó y la mencionada se asustó. Pero al oír la voz de su mejor amiga se calmó y rió.

—¡Por poco me matas de un infarto!— se separó y la abrazó de nuevo, Ruby correspondió.

—Que gran noticia verte por aquí, ¿tú también quieres una mascota?— ambas se soltaron y se miraron.

—¡Si! Quiero un gato, ¿y tú?

—También, ¿cómo lo llamarás?

Al terminar de preguntar le dieron un gato color jengibre, mitad Kneazle. El rostro del felino parecía enojado pero daba ternura.

—Crookshanks.— lo acariciaron.

—Veré las especies.— dijo Ruby y Hermione la esperó pacientemente.

La pelirroja miraba a cada gato que estaba en su jaula y sus ojos brillaron al encontrar a uno. Éste tenía sus ojos azules penetrantes y su color de pelo era blanco.

—¡Escogeré ese!— señaló y el hombre asintió. Agarró la jaula y lo soltó, al parecer era una gata por su apariencia y ésta maulló hasta llegar a Ruby, al parecer ya había ganado confianza con la Weasley.

—Lo que tiene de especial esta felina es que se puede relacionar bien con los magos y brujas, pero si siente alguna pequeña desconfianza o percibe algo malo que va a hacer en un futuro hacia tu persona, no se relacionará bien con ese mago o bruja.— contó.

Ruby asintió, sonrió y le dió galeones al hombre para después salir y caminar con Hermione hacia el Caldero Chorreante.

—La llamaré... ahm... ¡ya sé! Papá me mencionó un lugar muggle que hay nieve. ¡Alaska!