𝗛𝗔𝗥𝗥𝗬 𝗣𝗢𝗧𝗧𝗘𝗥 || ❝𝑗𝑒𝑠𝑢𝑠 𝑒𝑠 𝑚𝑖 𝑣𝑖𝑟𝑡𝑢𝑑, 𝑦 𝑗𝑢𝑑𝑎𝑠 𝑒𝑠 𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑚𝑜𝑛𝑖𝑜 𝑎𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝑎𝑓𝑒𝑟𝑟𝑜❞
[EN EDICION]
Donde Ruby Weasley debe elegir entre su gran amigo Harry Potter y su mayor enemigo Draco Malfoy, el cu...
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Pasaron días y Hermione y Ruby estaban a punto de terminar la poción. Estaban orgullosas por eso, por lo tanto, decidieron descansar como festejo.
Así que Ruby aprovechó para ir con Draco, y como excusa de que Mcgonagall los regañó por copiarse en un exámen por si los veían sus amigos, se encontraban en la biblioteca.
—¿Y cómo va tu trabajo de Herbología con Granger?— preguntó el platinado.
—Muy bien. Ya estamos a punto de terminarlo.
—Eso es... ahm, bueno.— le dolió a Draco decir eso, más que nada porque Granger estaba metida en la tarea.
—¿Pasarás navidad aquí, Draco?— preguntó y el mencionado sonrió al escuchar su nombre salir de la boca de la pelirroja por primera vez
—¿Acaso dijiste mi nombre?— Ruby al oírlo se sonrojó por completo. Y es que siempre lo llamaba por su apellido.
—Yo, ahm... b-bueno...
—Sí, Ruby, pasaré navidad aquí.— la Weasley lo mira sorprendida al ver que dijo su nombre.— No me molesta que digas mi nombre.
—De todos modos no es la primera vez que lo hago.
Draco enarcó una ceja.
—¿Hablas de mí, Weasley?— presumió y Ruby rodeó los ojos.
—¡El año pasado lo hice! Cuando vimos a ese ser extraño y escapaste como un cobarde, lamentablemente se me escapó tu nombre.— contó.
—Hey, estaría bueno que a partir de ahora digamos nuestros nombres. Claro, cuando estemos los dos solos, no en frente de todos. Y por cierto, no soy cobarde.— la apuntó y Ruby rió un poco.
—Si, estoy de acuerdo contigo, y hablo sobre los nombres, porque sí, eres un cobarde.
Draco rodeó los ojos divertido.
[...]
La navidad había llegado y la preocupación por los hijos de Muggles petrificados aumentaba. Por suerte Ruby y Hermione terminaron la poción, solo faltaban algunos detalles finales por lo tanto ambas no estuvieron todo el día con Ron y Harry pues se encargaban de tomar los pequeños cabellos de Pansy Parkinson y Millicent Bulstrode.
Ahora se encontraban en el gran comedor donde las mejores amigas estaban sirviéndose la comida, algo ansiosas por la noticia de que ya habían conseguido lo necesario y el plan listo.
Caminaron apuradas hasta sentarse frente a ellos y se acercaron un poco.
—Todo está listo. Solo falta algo de sus futuras identidades— murmuró Hermione.
