𝗛𝗔𝗥𝗥𝗬 𝗣𝗢𝗧𝗧𝗘𝗥 || ❝𝑗𝑒𝑠𝑢𝑠 𝑒𝑠 𝑚𝑖 𝑣𝑖𝑟𝑡𝑢𝑑, 𝑦 𝑗𝑢𝑑𝑎𝑠 𝑒𝑠 𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑚𝑜𝑛𝑖𝑜 𝑎𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝑎𝑓𝑒𝑟𝑟𝑜❞
[EN EDICION]
Donde Ruby Weasley debe elegir entre su gran amigo Harry Potter y su mayor enemigo Draco Malfoy, el cu...
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Ruby se abrazaba a sí misma al lado de sus amigos. No le agradaba para nada el invierno, prefería más las temperaturas cálidas.
Luego de lo que le contó Harry, se quedó sorprendida. No quería creer que Hagrid abrió la Cámara, para ella le era imposible.
—No puede ser Hagrid. Simplemente no.— repetía Ruby lo mismo que ayer a la noche.
—No conocemos a Tom Riddle. A mí me parece un soplón de lo más bajo.— dijo Ron a su lado.
—El monstruo mató a alguien. ¿Qué hubiéramos hecho nosotros?— se detuvieron para mirar a Harry.
—Hey, Hagrid es nuestro amigo. ¿Por qué no vamos y le preguntamos?— preguntó Hermione que ya estaba con ellos.
—Qué visita tan animada: "Hola, Hagrid, cuéntanos, ¿soltaste hace poco algo loco y peludo en el castillo?".— ironizó el pelirrojo.
—¿Loco y peludo? ¿Están hablando de mi?— se sobresaltaron al escuchar a Hagrid y voltearon para verlo.
—¡No!— negaron los cuatro.
Se quedaron en un silencio incómodo hasta que Ruby decidió romperlo.
—Oh, Hagrid, ¿qué traes ahí?— señaló cambiando de tema.
—Repelente de babosas carnívoras. Para las mandrágoras, ya saben. Según la profesora Sprout, todavía les falta crecer un poco. Pero ya que se les quite el acné, las cortaremos y las guisaremos y podremos despetrificar a las víctimas en el hospital.— respondió.
Asintieron con la cabeza.
—Pero, mientras tanto, ustedes cuatro más vale que se cuiden mucho. ¿De acuerdo?
—Si, Hagrid.
El mencionado se marchó y lo miraron irse. Luego vieron a Neville corriendo hacia ellos, saludó a Hagrid en el camino y llegó hacia los cuatro amigos.
—¡Harry, no sé quién haya sido, pero ven!— ordenó apurado.— ¡Vamos!
Ron y Harry se miraron y decidieron seguir a Neville. Fueron hacia la sala común y a la habitación de los chicos.
Al llegar vieron toda la habitación desordenada, habían cosas rotas en el suelo como algunos cuadros, unos papeles, un farol roto y muchos libros tirados.
Y la cama de Harry hecha un desastre.
El azabache se acercó a sus libros.
—Tuvo que ser de Gryffindor. Nadie más sabe nuestra contraseña.— habló Hermione.— A menos que no fuera un estudiante.
—Sea quien fuere, debe de haber estado buscando algo.— supuso Ron.
—Y lo encontró.— Harry los miró.— El diario de Tom Riddle desapareció.
