Sweet Blood

CAPÍTULO CINCO

Levi

El ruido de la puerta anunció su llegada. Su hermana Ymir se encontraba esperándolo sentada en el sofá mientras miraba un partido de Tenis. La curiosa mirada de la fémina fue inevitable. A pesar de ingresar normalmente, estaba seguro que debía prepararse para un insoportable interrogatorio con la fémina psicológica, especialista en parejas.

—Siéntate enano.

Ordenó la pecosa.

— Ymir no estoy de humor —respondió, no tenía ganas de perder el tiempo hablando acerca del amor. 

—Dije que te sientes —sentenció su orden demostrando una mirada desafiante.

Siempre se preguntó por qué tenía tanta paciencia, pero su hermana era una persona preciada, recibir consejos de parte de Ymir no sería una mala idea.

—¿Qué mierda quieres? 

Preguntó, accediendo a escuchar lo que Ymir debía decir. 

—Mira esto —Ymir tomó el control remoto y cambió a un canal informativo de noticias—.  está en todos los canales 

Ymir cambiaba los canales tantas veces como podía, las noticias informativas compartían la misma polémica: extrañas muertes en el pueblo.

El conductor del noticiero noticiaba cinco muertes a un costado de la carretera, también notificaban las extrañas mordidas que los cadáveres poseían al costado de su cuello. 

—Según el peritaje forense, todos los cuerpos fueron drenados completamente —comunicó la conductora—. Ni una gota de sangre fue hallada en cada víctima de este horroroso pero extraño accidente.

—Los policías teorizan que se trate de un psicópata —continuó su compañero.

Intercambiando miradas con su hermana, ambos coincidían en que posiblemente se trate de otro clan. Uno liderado por una cínica inmortal.

—Petra y su clan regresaron a este pueblo— Ymir dejó el control remoto apoyado en la mesita de luz—. Nadie llama tanto la atención como esos idiotas.

 
—Son un peligro para Mikasa, debemos detenerlos —ordenó decidido; la imagen de mikasa cruzó por su mente, no se imaginaba a la azabache herida o muerta—. aunque solo seamos tres contra seis.

—Petra está buscando algo más —espeta Ymir—. No podría venir aquí sin sentido aunque ella te odie porque no la amas. 

Sus sospechas eran más que evidentes.

—Quiere completar su clan. 

Ymir no se sorprende mucho, seguramente sospechaba lo mismo que él.

—Pero su clan ya está completo.

—No, no lo está. Berthold no pertenece a su clan, por esa razón viene en busca de otra persona —no tiene más tiempo que perder, sólo quiere subir a su habitación y tomar un relajante baño caliente—. Los asesinaremos mañana en la noche.

Ordenó dispuesto a seguir su trayecto rumbo a las escaleras pero la abrupta acotación de Ymir lo tomó por sorpresa.

—No solucionaras las cosas si no te disculpas por besarla —miró a Ymir sobre su hombro—. Ella es humana, no confundas sus sentimientos.

Se maldijo para sí mismo. Ymir tenía razón pero se sentía confundido y sus sentimientos por mensajes eran extrañamente intensos. Se estaba enamorando de Mikasa, no tenía dudas pero tampoco quería lastimarla para protegerla. 

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Al otro día