CAPÍTULO ONCE

63 5 4
                                    

LEVI

Su conversación telefónica se prolongó más de lo debido. Quería ver a Mikasa pero la información que Armin le comunicaba era sumamente importante.

— Perfecto, hablaremos luego, debo ingresar a clases —activó la alarma de su auto y continuó caminando hacia la entrada del instituto.

—¿Tu?¿Estudiando? ¡Es increíble! Levi no estudia a menos que desee prolongar su estadía o desee quedarse por una mujer —la opinión de Armin hizo que me detenga—. Y dudo que sea por la primera opción, ya que te has graduado más de cinco veces ¡ja!

—¡Tks! ¡Escucha mocoso! No tengo tiempo de dar explicaciones.

Lo regaña. Armin ríe a carcajadas.

—Primero, no soy mocoso, tengo 200 años y segundo, está bien, es que me sorprende que estés enamorado y que sea de un híbrido —Armin sonó sarcástico—. Te veré mañana y procura que no te sigan. 

Colgó la llamada, luego guardó su celular en el bolsillo. El estacionamiento estaba solitario y silencioso. Adoraba el silencio. Pero esa tranquilidad desapareció cuando encontró a Hange. La chica caminaba tomada de la mano con un rubio más alto. Ambos se mostraban sonrientes.

—¿Levi? ¿Qué haces aquí? —la voz de Hange aturdió sus oídos—. El es Erwin.

—Su novio —interrumpió el rubio con una voz neutra pero algo posesiva—. ¿Tú eres Levi?

—Dijo mi nombre hace cinco segundos —Respondió Levi, refiriéndose a Hange

Erwin lo miró con odio.

—Como sea, no te acerques a Hange —amenazó el más alto.

Erwin avanzó un paso enfrente, soltó la mano de Hange y se cruzó de brazos dispuesto a enfrentarlo ¿Qué diablos le pasaba? Era patético.

—No desperdicio mi tiempo, ahora quítate de mi camino antes de que te patee el culo —le advirtió pero su contrario no se movió—. ¿Eres sordo?Muévete.

—¡Erwin, ya vámonos! —insistió Hange angustiada.

—¡¿Qué te pasa idiota?! 

Erwin ignoró a Hange e intentó empujar a Levi pero no logró moverlo ni un centímetro.

—La razón por la cual no te pateo el culo ahora mismo es por tu novia —confiesa sintiendo la ira correr por sus venas—. pero si sigues estorbando terminarás tirado como la mierda que eres.

Como lo esperaba, Erwin intentó pegarle con su puño derecho pero inmediatamente lo detuvo; dobló su muñeca y con su rodilla golpeó su abdomen hasta que Erwin cayó de rodillas al suelo. Hange estaba paralizada.

—Te dije que te movieras —giró su rostro hacia Hange—. Controla a tu perro, suele ladrar mucho… 

Erwin se cubrió el abdomen con ambos brazos, afligido por el dolor. Levi siguió su camino. 

Al momento de caminar por el pasillo un olor a sexo nauseabundo invadió sus fosas nasales, deduciendo que seguramente se tratara de Reiner. Lo que significaba el regreso de Petra. 

Cuando ingresó a su aula, encontró a Mikasa con una expresión fría y distante. No sabía porqué Mikasa se encontraba de esa manera pero estaba seguro que era responsable por ese estado. Creía que tener hermanas en su clan le haría saber todo acerca de las mujeres, como sus gestos, humores, pero no. Incluso aprendía mucho de Historia, aunque su amabilidad y simpatía lo desesperaba ¿Acaso nunca se enojaba? ¿Cómo podía pasar la mayor parte del tiempo sonriendo?

Sweet BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora