capítulo 4

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Querida Cassi:

    Me veo en la obligación de decírtelo mediante este medio pues no podía hablarte de esto en persona. Se que para ti soy un completo desconocido, pero te conozco más de lo que crees, estoy dispuesto a ayudarte a cumplir tu objetivo aunque aún no lo hayas descubierto. Esta más cerca de lo que crees, te ayudaré a darte cuenta. Recuerda que lo irreal es interesante. Al reverso de la carta te dejo un número de teléfono, llámame cuando quieras ;)

       Tuyo
      

                                 Aegan

Una sensación rara se apoderó de mí. No sé si se trataba de temor o de nervios pero quería que la tierra se abriese y me tragase.

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El jardín de la mansión estaba hermoso. Un lazo color carmín se encontraba a la entrada del que se suponía era el altar.

Las sillas combinaban con el mantel y los globos, parecía una boda de reyes. Ya habían varias personas, mi mejor amiga ya estaba cerca de la mesa que contenía todo tipo de dulces. El pastel anunciaba su presencia en el medio, y un plato con moras(mi fruta favorita) se encontraba justo a su lado.

Visualizaba todo aquello desde mi ventana mientras degustaba el te preparado por orden de mi madre para mi.

-¿Cassandra, hija ya estás lista? -en la puerta de la habitación se encontraba la perfecta silueta de mi madre dentro del vestido rojo que la hacía parecer aún más joven. Su cabello en una coleta ondeaba libremente y los diamantes de sus joyas deslumbraban a la vista.

-¡Madre estás hermosa!

-Mas que tú no, mi princesa. Jamas pensé que pudieras crecer tan rápido.

Se acercó a mí y tomando mis manos beso mi frente.

Nos interrumpió el momento la melodía inconfundible que nos avisaba que iba a comenzar la inolvidable boda para la familia Werts.

Bajamos escaleras abajo rápidamente. Mi madre sujetaba la cola de mi vestido mientras yo bajaba tratando de que no se estropeará el peinado.

En la sala que se encontraba mi madrina y mi padre, ambos elegantísimos. Mi padre tomo mi mano y haciendo una especie de reverencia termino arrodillado en el suelo.

-Princesa...eso es lo que pareces, una princesa. Estás hermosa mi niña...-se levantó del suelo y luego de sacudir su pantalón carísimo, engancho mi mano en su brazo y halandome salimos hacia el jardín.

Mi entrada causó un revuelo en los invitados. Tuve la suerte de caminar sin que aquellos tacones hicieran que mi pie se virara e hiciera un total ridículo.

Todos mostraban una sonrisa de oreja a oreja, aunque para la mayoría fuera un acto de hipocresía. La ceremonia transcurrió sin objeciones, la fiesta aún mejor.

Al final del día tome un baño debido al cansancio mientras Jack me esperaba en la habitación. Salí con mi pijama puesto y procedí a acostarme cuando Jack me lo impidió.

- Amor...¿Podemos hablar?

- Jack, estoy cansada por la boda y por el día tan agotador que he tenido hoy.-respondi tranquila mientras acomodaba la cobija.

-Solo es algo breve, prometo no demorarme.

Termine aceptando y el se acomodó frente a mi.

Luna De SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora