"En los ojos de la bestia"Una de sus manos viajo desde mi hombro hasta el empezar de mi espalda deslizando a su paso el vestido. Su otra mano seguía en mi cintura. Intacta.
Omg!!
Estaba besando al chico al que acosaba.
Y el beso lo había comenzado el.
No me lo podía creer. Nunca había sido la primera en besar a alguien aunque no había tenido muchas relaciones. Antes de Jack salía con un chico del colegio pero no era formalmente mi novio. Solo nos veíamos en fiestas y en el instituto.
Alguien carraspeó la garganta cerca. Un instinto reflejo hizo que el chico que me estaba besando se separase y mirara en esa dirección. Yo hice lo mismo pero unos segundos después cuando pude salir de ese universo paralelo en el que me encontraba.
Era una chica por la vestimenta, pero su rostro no se dejaba ver por la claridad del lugar. Todo estaba oscuro pero lo que sí pude asegurar era que ese ser era del sexo femenino y más menos mi estatura.
–Melissa pensé que estabas para la capital—Oh Aegan la conocía.
–Ya ves que no—se acercó unos pasos—¿quien es ella?
–Es Casandra, es novata aquí.
–¿Se estaban besando?—su voz me dijo lo que sospechaba, no estaba muy contenta.
–Algo asi—¿Es en serio?¿Algo así? Ja.
Me atreví a abrir mi boca para hablar pero justo en ese momento una voz masculina y conocida intervino.
–Si mis supocisiones no fallan es la chica del cementerio—un chico alto se acercó a la tal Melisa y coloco una mano en su hombro.—Y también descubrí que nuestro querido Aegan no estaba de vacaciones en California como todos pensabamos.
Aegan los miro a ambos con una expresión indefinida. No sabía si se trataba de confusión o la duda de no saber cómo reaccionar ante lo dicho por ambos ciudadanos cuya identidad yo no conocía, pero lo que sí sé es que su mano ya no estaba en mi cintura y en su boca habían marcas de mi labial lila.
La tal Melissa se acercó a él, lo miro por un momento y llevó su mano a su labio para limpiarlo. Aegan mantenía su mirada sería y controladora mientras está palpaba con su pulgar los suaves y carnosos labios de mi chico.
Y si, mi chico.
–Venga llegaremos tarde—solto el chico y se giro en un ángulo de ciento ochenta grados caminando hacia la luz.
La chica lo miro y luego lo siguió. Aegan me hizo una señal para que lo siguiera y comenzó a caminar con seguridad detrás de Melissa.
Avanzando se pudo reconocer más a los dos chicos misteriosos. Apenas la primera luz choco con el chico delantero caí en cuenta de porque decía lo de California. Era el mismo chico que me "coqueteo" en el cementerio.
Detrás suyo una chica cuyo rostro no podía ver. No era porque se encontraba de espaldas, si no porque su vestido que ahora podía notar que era rojo contenía un velo que usaba sobre su cabeza. Muy buen gusto la chica, vuelos en la parte inferior y un modelo escocés bastante caro a simple vista.
Caminamos por los pasillos que ya estaban algo más iluminados, en algunas ocasiones por la luz que se colaba por las persianas y otras por los enormes candelabros.
El chico entro decidido por una puerta al final del salón. Senti voces en el interior del mismo hasta que traspasando la puerta cesaron y cayeron las miradas sobre mi.
Me sentía una chica famosa saliendo en la alfombra roja. Un solo movimiento seria captado por todos. Cuidadosamente heche una ojeada a Aegan quien seguía tranquilo y no parecía percatarse de mi nerviosismo. En la cabecera de la mesa un señor mayor...un anciano diría yo.
A los lados un matrimonio por los anillos que pude notar. Si, soy detallista, pero debía buscar detalles que me explicaran que demonios hacia yo ahí. En medio de un montón de desconocidos que tomaban una sustancia roja servida en copas lujosas como si no existiera un mañana
–Sientence—interrumpio un chico con aspecto de rockero desde la mesa.
Ya en serio ¿Que demonios?
Aegan halo una silla que al principio pensé que era para Melissa cuando la vi coger tan ágil hacia el, pero mis ojos quedaron pasmados cuando vi que su mano sujeto su hombro deteniendola—es para Casandra.
Pude notar el enojo en la mirada de la chica pero tampoco pude evitar mi sonrisa victoriosa por aquella escena. Me acerqué a Aegan y me senté. El rodeo la silla sentándose a mi lado. El chico del cementerio se sentó y justo a su lado Melissa que aún hecha a humo por las orejas (es una expresión)
El anciano me analizó con la mirada y luego miro a Aegan—puedes empezar.
Aegan soltó un resoplido —mi plan es aprovechar que Casandra está de nuestro lado para atacar.
¿Atacar?¿Yo estaba de acuerdo?!....¿Que demonios?
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Luna De Sangre
Teen Fiction¿les ha pasado que espían a un chico con la intencion de descubrir sus defectos y terminas siendo uno de ellos? me gusta jugar con la mente de los lectores y que cuando piensen que todo estara bien....pum! Dejar caer la bomba, así que agarrense los...