Hace tres siglos los mikaelson ayudaron a construir una ciudad llamada new Orleans, ahora un complot de brujas los trajo de regreso junto a mí, una Salvatore, con la esperanza de que le quitemos el trono a un tirano, un vampiro que Nik creo, el cual será padre de mi bebé milagroso, nik vino a recuperar su hogar, yo solo vine a ser la reina del barrio francés…
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—¿Me dejaste un mensaje de voz cuando viniste aquí?
—Bueno, en ese momento creía que estabas en mystic falls, no aquí secuestrada por las molestas brujas.
—¿Así que pensaste en mí?— sonreí —pensé que solo habías huido del pueblo y ya me habías abandonado.
—Yo siempre pienso en ti mi amor, además si planeaba que vinieras, si escuchas el mensaje de voz lo sabrás, pero aún no lo escuches.
—¿Por qué?
—Si llegas a estar lejos de new Orleans, por alguna razón, pues ahí será el momento correcto para escucharlo.
—Ok— entrecerré los ojos con una sonrisa divertida —¿cómo te fue con Marcel? Anoche no me contaste.
—Salve su vida, Mate a katie para hacerlo— suspiré —te molesta, sabía que te molestaría, por eso no quería contarte.
—No, no, no, hey— puse mi mano en su mejilla y lo acerqué a mí —está bien sí, está bien, te dije que iba a poder con esto, mira lo único que quiero ahora es centrarme en nuestro trato con las brujas, sé muy bien que ya no soy humana, los vampiros matan es su naturaleza, la cosa es que yo ahora soy vampiro, ahora es mi naturaleza, esto es solo supervivencia, Nik tenemos que llegar a gobernar el barrio francés y si lo haremos los dos, tengo que soltar un poco la molaridad y si quiero a alguien que me ayude con eso, necesito a un psicólogo.
—Un psicólogo para vampiros?— me miró intrigado.
—En realidad una psicóloga, rubia, aliada nuestra, por la compulsión, no toma verbena, podría ser mi amiga de aquí de new Orleans.
—Tienes a Hayley.
—Es como mi hija y eso es extraño teniendo en cuenta que tiene a mi bebé en su vientre.
—Nuestro mi amor, ¿y qué hay de Rebekah?
—Es mi cuñada— sonreí inocentemente —además, ¿tú no querías que alguien escribiera tus memorias?
—Está bien, solo porque si necesito a un escritor, no es porque me lo exijas— fingió indignación.
—Y te quejas del diario de stefan— me burlé —tus memorias solo que escritas por alguien más, es como tu diario, es básicamente tu biografía, pero extensa.
—Que divertida que eres, ¿quieres algo más amor? ¿Además de tu nueva amiguita hipnotizada?
