Tristán de Martel. Mi nuevo objetivo y proyectó, estoy regresando nuevamente a mi etapa de sicaria y tengo que admitir que lo extrañaba, el estar encubierta, matar personas que lo merecen, ser la reina de New Orleans, había demasiadas razones por las que hoy al regresar a mi antigua yo, soy feliz.
Comprendo que lo de Ethan me debería tener nada preocupada o incluso dolida y quizá si es así, quizá no comprendo que demonios hice mal, como para que él se fuera sin más y quizá por eso estoy haciendo locuras, ya que él me centra la mayoría de las veces, en cambio, klaus es solo destrucción y juntarme un poco de tiempo con él hace que yo me convierta en eso. Pura destrucción.
Debo admitir que a veces me da miedo hasta donde puedo llegar solo por el bien de los mikaelson y el mío, pero gracias a qué yo misma me temo, es una gran razón para que la gente ahora me tenga más miedo y respeto, me he creado de una reputación de una maldita asesina sin corazón en New Orleans, pero para los viejos amigos de los mikaelson que jamás me conocieron solo soy la mujer que dio a luz a la hija del original klaus, solo soy eso mi reputación se basa en ser una incubadora de la propiedad mikaelson y solo eso.
Odio el hecho de que al escuchar mi nombre piensen en un hombre antes que la mujer que soy, así que me tengo que hacer de una reputación con los strix y claro con Lucien y aurora, ya que mientras más miedo y respeto me tengan es mejor.
Decidí dividirlos en dos: Lucien y aurora me pueden tener miedo mientras los strix junto a Tristán me tendrán respeto.
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—Hermanita, ¿por qué estás de tan mal humor? ¿Ahora que te hizo el tonto de Klaus? Sabes bien que podrías venir con nosotros.
—Te escuchas muy relajado Damon ¿ya no hay más problemas en mystic falls?
—Sería muy bello para ser verdad, claro que los hay y como siempre se van superando, pero en este caso no tengo por qué enfadarme, bueno si lo hago, pero decidí ser bueno con mi hermanita por teléfono.
—Bien, entendí la indirecta, estoy de mal humor porque klaus está en este momento persuadiendo a su primer amor, para que traicione a su hermano por él.
—Ya entiendo por qué tu enojo, pero eso no te debe de dar razones para tratar mal a tu hermano por teléfono.
—Lo sé y lo siento.
—Igual me encantaría poder verte alguno de estos días, te extraño demasiado, además aunque siempre haya problemas siempre logramos resolverlos igual, tú eres demasiado inteligente y sé muy, pero muy bien que la mujer más importante y relevante en todos los miles de años de Klaus eres tú.
—Gracias— sonreí.
—¿Pero qué no estabas casada con el niño bueno?
—Si prefiero no hablar del tema.
—Ok entendido, me gustaría seguir charlando hermanita, pero hay temas que tratar aquí, después hablamos ¡Si Stefan ya voy!
