Always and forever | KLAUS MIKAELSON | TO²

𝐼𝑉

Volví al salón donde ocurría la fiesta. Noté a Hayley aún en la pista de baile con Tristán y Elijah observándolos cuidando de ella. Me paré junto a Elijah.

—¿Está todo bien?

—No todo va de mal en peor —contesté tomando una copa de champagne de la barra.

—¿Quieres irte?— me dijo preocupado.

—Debo saber qué pasará con Marcel y además tengo lo demás re…

Gritos escandalosos de borrachos me interrumpieron. Miré la dirección de donde venían las personas escandalosas y no eran nada más ni nada menos que klaus borracho junto con otro hombre y tres mujeres.

Maravilloso, fantástico.

—¡Hola a todos!— dijo el otro hombre. 

—Creo que llamamos su atención— dijo klaus.

—Por dios, una habitación llena de elijahs.

—Una vez tuve una pesadilla así— dijo klaus. 

Si no odiará a klaus, me reiría de ese chiste y me reiría más si no estuviera rodeada de esas mujeres.

pero como no.

—Trainos una copa amor y sírvete una para ti.

—Otra para mí por favor y otra para ella y para ella— dijo klaus ebrio.

Vaya idiota le encanta arruinar todo.

Ellos continuaron divagando y diciendo puras estupideces, así que Tristan se acercó a ellos.

—Creo que deberían irse, no son bienvenidos— dijo Tristán. 

—Así eso entiendo, no somos bienvenidos— dijo klaus burlón.

El tomo una copa de champagne y lo señaló 

—O tal vez tú deberías irte para que no te haga llorar frente a todos tus amigos. 

—Me preocupan tus acompañantes...

—Me parece que les falta su tubo para treparse— continúe por Tristan.

Todas las miradas se posaron de mí, en específico, la de Tristán, quien sonrió y luego klaus que me miró a los ojos, yo lo miré mal y él me guiñó el ojo, yo solo resoplé.

—Ahhhh ellos creen que son bailarinas exóticas, lo que para él es un insulto, una postura muy hipócrita— señaló a las bailarinas que estaban en la fiesta —¡Pero no lo tomen personal amores! Él piensa que trabajar es un demérito, la única forma digna de acumular fortuna es de nacimiento— lo señaló y con su dedo tocó la nariz de Tristán —pup.

Klaus comenzó a reír y yo volví a resoplar.

—Por favor, córrelo— le dije a elijah.

—Será un placer, ¡Niklaus!

Klaus buscó a Elijah por el lugar contrario y entrecerró los ojos.

—¿Qué quieres?

—Estás ebrio, lo que no parece sorprender a nadie aquí, pero sí perturba las festividades un poco, así que les recomiendo buscar una salida ahora— dijo Elijah llegando a su lado.

—Si solo...—comentó klaus.

—Y llévate a tus juguetes contigo— dije yo, parándome a lado de Elijah. 

O más bien, a tus prostitutas, pero aquí debo fingir ser refinada y elegante. 

Klaus me miró de arriba a abajo y se detuvo un poco en mi cuello. Elijah le dio un empujón y él comenzó a reír, le entregó su copa a Elijah y caminó lejos de nosotros, pero luego se dio la vuelta.