—Ah, flores para mí, qué amable— le dijo Lucien, sarcástico.
—Para la señorita de la casa, se debe traer un obsequio si te invitan a cenar, supongo que trajiste mmm nada.
—Hmmm nada más que mis respetos para contigo.
—Maravilloso, ya estamos conviviendo — dijo klaus entrando a mi lado.
—Como un fósforo en un polvorín— dijo Lucien y yo sonreí.
—Supongo que aurora ya no tarda— dijo klaus.
—Siento demorarme, estaba arreglándome, quería verme bella— dijo aurora.
Klaus se le quedó viendo y se sonrieron, yo rodé los ojos y me alejé de él.
—Vaya, vaya, si es mi viejo amigo Lucien— se le acercó.
—Hola aurora, han pasado siglos te ves...
—Te ves tan hermosa— dijo klaus tomando su mano para besarla.
Tanto como los otros dos y yo los miramos incómodos y agradecí que Elijah apareciera.
—Bienvenidos a nuestra casa— dijo esté —desearía que fuera bajo otras circunstancias, pero enfrentamos una amenaza, una profesora que dice que mis hermanos y yo desapareceremos este año, temo que mi hermana ya lo ha hecho.
—Fue una medida precautoria, lo juro.
—Interesante, ya que yo la llamaría una medida innecesaria, debemos unirnos para evitar que la profesora se vuelva verdad y, ya que la alianza es imposible sin honestidad, comencemos con el protocolo.
Elijah beso mi cabeza en forma de saludo para continuar hablando.
—Primeramente reconociendo su clandestina alianza.
Lucien dio una sonrisa incómoda.
—No caballeros primero...
—Lucien, por favor— le dije —no arruines la cena todavía.
—Y procuren no olvidar que esperamos una honesta y productiva negociación de antemano.
Sonreímos.
—¿Comenzamos?— dijo Elijah guiándonos a la mesa.
Antes de que Tristán pasará, él me sonrió y tomo mi mano para besarla.
—Isabel tanto tiempo.
—Yo lo sentí como si hubiera sido hace un par de días espera así lo fue— le sonreí.
Pude notar la mirada de klaus a distancia, pero preferí no mirar, Tristán me acompaño a la mesa y corrió la silla para que yo me pudiera sentar, le sonreí en forma de cortesía mientras los demás se sentaban.
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—Es algo extraño festejar algo de las Américas.
—Te diré Lucien, disfruto festejar el día de acción de gracias, el pavo, la salsa de arándanos, los engaños, las traiciones, las mentiras— contesto Elijah —Deberíamos comenzar el festejo con una confesión; pueden comenzar.
