¿Recuerdas cuando decía
que un huracán no era buena compañía?
Cuando hablé de tu corta edad
y cómo la ansiedad se apoderaría poco a poco de nosotros?Hice que te pusieras de rodillas una y otra vez,
me creí cada palabra de amor que decías
mientras tus rodillas aún estaban apuntando a la tierra.
Puse tu mundo al revés,
desordené tus pensamientos,
moví cada plan y los acomodé a los míos.Olvidé que todo en exceso es malo,
que me ahogué yo misma
y te solté, o te soltaste,
la verdad es que no lo recuerdo muy bien,
solo sé que una mañana desperté
y me sentí vacía,
tu voz no golpeaba mi mente.Corrí a nuestro lugar seguro
y tampoco estabas allí,
pregunté a desconocidos por tu paradero,
nadie supo decirme nada.En algún punto me pregunté si te había inventado,
me dije que no,
que aún quedaban esos detalles que tú llamabas amor,
los tenía en mi cofre, lleno de tus notas.Entendí que aunque intentabas acomodarte a mí,
a mis no, a mis no sé,
simplemente a mi alma,
yo te metía más en mi corazón.
Hubo un alto en esa línea.Desperté tarde para valorarte,
pero lo suficientemente temprano para sentir.Bueno, quizá ninguno de los dos nos mentimos,
yo predije caos y tú salvación.
El final ya no importa, porque no somos,
pero mi pequeño amor,
te deseo un amor fuerte, independiente
y que día a día se renueve.

ESTÁS LEYENDO
Por si me lees
PoetryEscribir es una forma de sobrevivir al amor, al desamor, a los recuerdos, a ti. A todo lo que queda cuando alguien se va. Por si me lees, no es solo un poemario; es la constante de todo aquello que fuimos o que pudimos ser. Es un mimo a los corazone...