Por si me lees

Primer amor

Primer amor,
extraño la ceguera
que me hacía ver el mundo maravilloso.
La calma en mi corazón
cuando, una vez más,
me daba cuenta de que eras mío.

No sé si alguna vez
sentiste tal devoción,
pasaron años
y aún te puedo leer
en cada escrito o poema.
Estás escondido,
muy escondido,
en alguna letra.

Es tu timbre de voz
el que me despierta
por alguna que otra madrugada.
Otras veces,
desperté por la humedad
en mis almohadas.
Soñarte duele.

Duele tanto
intentar sentirte
en caricias ajenas,
tu calor
en algún cuerpo extraño.

No volví a llorar por amor,
de esas lágrimas agradecidas.
Al final,
también le temo a la oscuridad como tú,
y en las noches
debo dejar luces encendidas.

Amo a los gatos,
te encuentro en ellos.

Te extraño tanto hoy...
Te hubiera dado
cada uno de mis años,
cada día de mi vida,
y habría rogado a Dios más tiempo
para entregarte,
por si lo otro
no hubiera alcanzado.