A pesar de todo

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A pesar de todo

Te leo,
y por un instante, en mi mente resuena todo lo que vivimos,
golpea en mi pecho de manera agresiva.
No negaré que te amé,
que te amo,
así como amé tu manera de reír,
tus rimas,
tu voz.

Confiesas que aún me amas,
que hablas con mi Dios, que al igual que Ruth, lo hiciste tuyo.
Que suplicas por mí.

Pero el amor no lastima,
no hiere,
no golpea.
¿Por qué, si es amor,
siento que me arrastras con intención de ahogarme?

Te amé,
te amo,
con la pasión en la que espero un milagro.

Si te preguntabas en qué rincón de mi mente te hallas,
estás donde el rencor no existe,
donde la paz habita.

Corre, muñeco de nieve,
que las flechas de fuego no toquen tu corazón.
Mantén tu cuerpo en las sombras de aquel invierno negro.

Mientras, amaré tu libertad,
llévate lo que resta de mí.

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