Última vez

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Imaginé amarte más esa última vez,
mi boca buscó la tuya
y mis lágrimas se evaporaban con el calor de tu piel.
Sobre tu cuerpo, te amé,
te besé como si así pudiera quedarme,
como si en cada caricia
pudiera borrar el adiós que ya me sabía inevitable.

Temblaban mis manos,
pero aún así te tocaban con la devoción de quien jamás quiso soltarte.

Tomé tus manos,
y las posé en mi mejilla,
cerré los ojos,
intentando para mí congelar ese instante.
Mordí tu boca,
saboreando la despedida.
Pero no me atrevo a pronunciar "esas" palabras, soy incapaz.

Me aferro a ti,
a tus brazos,
a esas manos que tanto amé,
a tus ojos tristes,
al ritmo de tu agitación.
Te sentí, te viví una vez más.

Quise tatuar en mi memoria el peso de tu abrazo.

Ahí, en esa habitación oscura,
en la nuestra,
darte las gracias sin pronunciar palabras,
por ser todo mi mundo,
aunque también mi ruina.
Mientras me quemaba el alma,
quise amarte como nunca,
como siempre,
como si esa última vez
fuera suficiente para olvidar,
para convencerme de que ya no somos.

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