Horas tristes

16 3 0
                                    

Hoy no jugaré a ser fuerte.
Permitiré que tu recuerdo inunde mi mente
mientras yo lo hago con la almohada.
Dejaré que lluevas sobre mí,
destemplarás mi cuerpo y puede que así,
intente dormir.

No hablaré con Dios,
no pediré que intente calmarme.
Hoy, como muchas noches,
mi mente te pertenece.
Estoy en una cama enorme,
con las sábanas donde te amaba.
¿Cuándo me hice tan pequeña?

Mi corazón está expuesto,
su latido apenas se aprecia,
es el efecto de tu nombre.

De fondo suenan canciones tristes,
las mismas que tú ya te sabes.
Dejaré pasar las horas,
quiero llorarte hasta secarme,
hasta que la sal tape tus pies.

No me malinterpretes,
no soy débil todo el tiempo,
pero Jesús también lloró.
No hay cuestionamientos,
no hay reclamos,
solo estoy extrañando tu fantasma.

Por si me lees Donde viven las historias. Descúbrelo ahora