Capitulo 16

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Otro mes va y viene, el caso es que había sido un mes muy agitado, y Andrias realmente la tenía con ella. La molestaba todo el tiempo. Le tumbaba los libros, le escondía la mochila he incluso, a veces le quitaba el almuerzo. Marcy tenía que aguantarlo y rechinar los dientes, más aún cuando lo veía besar con pasión a Anne en medio del pasillo. Aún no comprendía cómo no le daba un golpe en la nariz. Si, así de violenta se había puesto Marcy.

Ivy y Anne de vez en cuando la atacaban a ella y a sus amigas, pero estaban concentradas en los exámenes. Por eso Andrias y William las estaban molestando, para hacerle la vida imposible a la azabache.

Lo único era que ahora siempre encontraba a la castaña mirándola. Marcy siempre quería mirarla así que no era su culpa, pero se impresionaba al ver cómo sus ojos se encontraban y la castaña apartaba la mirada.

—¿Por qué siempre terminan en mi casillero, cuando incluso es uno diferente?—Preguntó apretando los puños y dientes.

Observaba a la pareja besarse ardientemente, apoyados sobre su casillero. Su puto casillero. Marcy pronto estaría lanzando fuego por la boca.

—Tal vez Andrias quiere hacerte enojar—Dijo Maddie intentando no observar con asco la escena, se percató de la mirada dolida y enojada de su amiga, y colocó una mano en su hombro.

Marcy no respondió, clavó sus ojos en Andrias, deseando con todas sus ganas ahorcarlo hasta que dejara de respirar.

Maddie y Terri se despidieron de ella, un poco preocupadas. Marcy quería parecer bien, pero en serio le dolía mucho.

Fue hasta donde estaban ellos y se aclaró la garganta, para buscar su atención. Andrias se separó de Anne, la chica tenía el cabello revuelto y los labios hinchados por el beso, y ambos la observaron.

—Mi casillero—Dijo refiriéndose a la puerta donde estaban apoyados.

Andrias simplemente la corrió a un lado mientras volvía a atacar los labios de Anne, Marcy apretó los puños. Abrió su casillero, escuchando los suspiros y besos de la pareja. Andrias recorría el cuello de Anne con labios, pero ella no parecía notarlo, estaba mirando a Marcy.

Al cerrar la puerta, se encontró con unos ojos azul océano y Anne le dio un guiño, antes de volver a agarrar el rostro de su novio y besarlo, Marcy ahora quería devolver el desayuno.

Era increíblemente repugnante. Los observó un rato, intentando parecer superior. Andrias, fastidiado, se separó de los labios de su novia y observó a la azabache con disgusto.

—¿Qué mierda quieres?

—No creo que sea correcto besarse en los pasillos, hay una regla—Dijo metiendo las manos en los bolsillos de su jeans, debía aparentar tranquilidad.

—Pues yo hago lo que se me dé la jodida gana. Ahora, desaparece—Respondió muy cortante el chico y volvió a besar a Anne, pero los ojos de la chica, aún besando a su novio, estaban en Marcy.

Marcy no comprendió, pero al ver esos hermosos ojos no pudo evitar sonreír. Hizo una mueca graciosa, burlándose de Andrias, y Anne soltó una pequeña risa sobre los labios de su novio. A Marcy le dio satisfacción y más al ver que su novio le cubrió los ojos, para que Anne no pudiese verla, y fulminó a Marcy con la mirada. Ella decidió que era hora de irse.

Fue hasta la biblioteca esa tarde, esperaba poder estudiar para el examen, Andrias había escondido sus apuntes y por eso iba retrasada. Al llegar se encontró con una gran sorpresa. Allí sentada en la misma silla de siempre, estaba Anne. Sintió cómo el corazón se le fuera a salir y sonrió.

Anne la ignoró toda la tarde, pero eso lo menos, pudo ver los rayos del sol iluminar el cabello y se perdió en su hermoso rostro. Al final, terminó son estudiar nada. Intentaba ver su cuaderno, pero Anne estaba mordiéndose la lengua de una forma tan adorable que la distraía. Eso hasta que alguien le tocó el hombro. Era Angwin, ya no lucía tan enojado he incluso le sonreía, Marcy alzó una ceja.

Rivales - MarcanneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora