Capitulo 23

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El día fue normal. Hasta el momento nadie las había molestado y aquello era bueno, o eso pensó Marcy, hasta que llegaron a la cafetería durante la hora del almuerzo. Llevaba la mochila en su espalda y hablaba con Maddie, intentando distraerla por si se encontraba a Ivy. Marcy no había parado de sonreír en todo el día.

—Nosotros buscamos la comida y ustedes dos cuiden la mesa—Les dijo Terri guiñándole a Maddie y se fue con Sasha. Dejándolas solas.

—Bueno, ¿Sabías que, según Sasha, Alex besa con lengua?—Preguntó mientras se sentaban en una de las mesas, Maddie la miró alzando una ceja.

—Ya se lo que intentas hacer, Marcy—Dijo acomodando sus brazos sobre la mesa, Marcy abrió los ojos.

—¿Ah sí? Porque hablo enserio, es la palabra de la ojiceleste contra la nuestra.

—Descuida...yo aún no la he visto y cuando lo haga...igual la voy a ignorar—Dijo bajando el rostro y Marcy lo hizo alzarlo, sujetándola por la barbilla.

—Ambas sabemos que esa es una gran mentira—Dijo viendo como su amiga rodaba los ojos—.Ella es una idiota.

—Si, es una idiota—Repitió Maddie, sonriendo.

Durante estos meses Maddie le había hablado sobre Ivy y habían tomado como terapia decir que era una idiota, cada vez que se sintiera mal.

Hablaron durante un rato, hasta que sintió la voz de Andrias en su oreja.

—Hola, rarita—Saludo, rodeándole el cuello fuertemente con el brazo, Marcy tosió varía veces—.¿No te gustaría comer con nosotros?

—No...suéltame—Dijo apretándole el brazo, pero Andrias no la soltaba.

—Déjala—Maddie le dijo levantándose y queriendo darle una cachetada.

—Vamos, Wu. Todos esperan—Agregó el chico, levantándose y arrastrando a Marcy con él, la azabache parecía necesitar con urgencia respirar mientras la llevaba a la mesa

—¡Oye!—Le gritó Maddie y los siguió.

—Aquí estamos—Dijo sentando a Marcy en la silla, junto a Angwin, aún rodeando el cuello de la chica.

—¡Marcy, que sorpresa!—Dijo Angwin riendo, al ver el rostro púrpura de la azabache.

Marcy apenas si podía respirar e intentaba soltarse del brazo alrededor de su cuello.

Observó que justo frente a ella estaba sentada Anne, que la observaba con los ojos abiertos y una notable preocupación en ellos.

—Andrias, déjala en paz—Dijo mirando con enojo a su novio, él se río cínicamente.

—Amor, ¿No te das cuenta de qué la rarita es una invitada mía? No le estoy haciendo nada.

Marcy no opinaba lo mismo y cerró los ojos por un momento, ya que se sentía tremendamente mareada.

—¡Suéltala, la estás ahogando!—Gritó Anne y Andrias la soltó con fastidió, Marcy comenzó a toser.

Se sujetaba la garganta mientras observaba de reojo a Anne. La castaña parecía querer acercarse para frotarle la espalda, pero todos estaban mirándola. Anne tuvo que resistir la urgencia de tocarla y apretar más manos sobre su regazo, sin dejar de mirar los ojos esmeralda.

—Maddie...—Murmuró Marcy por debajo, pero no veía a su amiga.

Logró encontrarla, al verla salir por la puerta de la cafetería, seguida de Ivy. Marcy se preocupó e intentó irse, pero Angwin le capturó la mano y la obligó a sentarse.

—¿A donde vas, bonita?—Le dijo sosteniendo su mano entre las suyas mientras Marcy seguía tosiendo.

Anne clavó sus ojos asesinos en Angwin y este de inmediato soltó la mano de Marcy, sentía un frío helado recorrerle el cuerpo y podía jurar que eran por los fulminantes ojos océano de Anne.

—¿Ibas con tu novia?—Preguntó Andrias, riéndose, al ver la pobre cara de Marcy.

Marcy comenzó a negar mirando a Anne a los ojos, quería asegurarle que no tenía novia y al hacerlo, Anne sonrió de forma alegre. Andrias se dio cuenta de eso y la llamó.

—Amor, ¿Sabes que te amo?—Le dijo dándole un guiño y Marcy hizo una mueca, quería irse.

Anne no lo miró ni una sola vez y asintió sonriendo.

—Yo también te amo—Dijo mirando fijamente a Marcy a los ojos, la azabache sintió la piel cosquillearle y el corazón en la garganta.

¿Se lo estaba diciendo a ella? Anne, después de haberlo dicho, abrió los ojos y se sonrojo como un tomate, agachó el rostro y comenzó balbucear.

-Yo...mmm...supongo...bueno...también...bueno...claro—Terminó con la cara aún más roja (si se podía), Andrias frunció el ceño, observando como las dos chicas se miraban.

—Bueno, rarita. Me contaron por allí, que estás enamorada—Comentó burlón, y logrando que todos en la mesa soltaran un "Uhhh"

Anne no la dejó de ver ni un segundo.

—Yo...bueno, no te importa—Dijo con el rostro sonrojado e intentó irse de nuevo, Andrias la tumbó por los hombros y la hizo sentarse.

—¿Quién es? Confiesa, ¿Es Flour?—Preguntó burlón, observando a su novia con intención. Marcy lo pudo ver, en los ojos océano había dolor.

—No, y si fuera así no te lo diría—Gruño para luego volver a ver a Anne, la castaña le devolvía la mirada y no escuchaba a nadie más.

Andrias ya estaba sintiéndose amenazado por la estúpida cara que hacía su novia al ver a la azabache, no le gustaba la manera en que se miraban y su orgullo masculino estaba siendo dañado.

—¿No tienes amigos? Podrías largarte de una vez—Le dijo irritado mientras iba al lado de su novia y se sentaba junto a ella, rodeándole los hombros con el brazo.

—Pero, tú...—Comentó confundida por su actitud y sus ojos se volvieron fríos, al ver el brazo del chico sobre Anne.

Sonrió triunfante, pero no duró mucho, cuando Anne se revolvió incómoda y se alejó un poco del chico, cortando al abrazo sobre su hombro. Él la miró confundido y después con enojo a la causante de todo esto, que ahora sonreía.

—Quita tu asquerosa cara de mi vista, antes de que te la rompa en dos—Amenazó y Marcy abrió los ojos, intentando por todos los medios levantarse.

—¡Andrias!—Lo reprendió Anne, mirándolo con reproche y después volteó a ver a Marcy, que ya se había ido, y soltó un suspiro.

Marcy salió corriendo rápidamente de allí, para volver a su mesa ¿Qué le ocurría a ese idiota? Que bipolar, fue mucho para el gusto de Marcy, que seguía un poco alegre por haber visto a Anne. Lo mejor de todo era que esta vez no le había insultado. Tal vez, este fuera un gran año.


Rivales - MarcanneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora