Capitulo 37

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Marcy estaba vuelta loca, era fin de semana y desde el miércoles no tenía noticias de Anne. La chica llevaba todos esos días sin ir a la escuela, cuando por fin agarró valentía para preguntarle a Ivy (En realidad sólo pudo ya que Maddie la acompañó) se enteraron de que estaba enferma. Al parecer había pescado un resfriado, Andrias ya había vuelto a la escuela y Marcy siempre intentaba evitarlo.

Pero hoy, sábado, había recibido una llamada de Polly en que la invitaba a ir de improvisó a la casa de ellos para sorprender a Anne y a Sprig. La azabache aceptó, aunque pudo notar una segunda intención en las acciones de Polly, tuvo un mal presentimiento al salir de la casa y de alguna forma, se sentía ansiosa. Algo iba a ocurrir hoy, o eso era lo que pensaba, mientras caminaba hasta la casa de Anne. Llevaba una bolsa de galletas Chips que eran las favoritas de Sprig, también tenía la excusa de que la profesora de química la había enviado la tarea a la castaña junto a Marcy.

Marcy aceptó gustosa el favor. Se había vestido con unos jeans oscuros, una camiseta de tiras blanca y una casaca de jean que siempre le había gustado y estaba cómoda como para no incomodarse con el yeso. Lucía bien, o eso pensaba, y al llegar a la puerta suspiró varias veces antes de tocar, miró extrañada los carros en la entrada y abrió los ojos con horror. (Condenada) Pero ya era tarde, una mujer de cabello pelinaranjo abrió la puerta, sus ojos extrañamente eran de color océano y miraron a Marcy con curiosidad.

—Hola ¿Qué desea?—Preguntó con una voz suave, notó los nervios de la chica de ojos esmeralda.

—Buenas tardes, yo...bueno, soy compañera de Anne y...venía a traerle los deberes de química...y ehhh...Polly también...¿Está Polly?—Preguntó muy nerviosa, ya que suponía quién era la mujer por el gran parecido con los chicos o al menos en las expresiones.

—Claro, pasa querida, ya le aviso a Polly—Dijo haciéndose a un lado para que entrara y examinando a Marcy con extrañeza, como si intentara reconocerla.

Marcy entró y quedó en la entrada con la mujer quién seguía viéndola, era muy hermosa y enseguida que sus ojos se encontraron, ella sonrió.

—Es un gusto mi nombre es Leif y tú debes ser...—Preguntó extendiendo una mano que Marcy estrechó.

—El placer es mío me llamo...

—¡Cuñis!—Gritó Polly desde la cocina mientras la saludaba, su rostro estaba cubierto de harina.

Se escucharon unos pasos apresurados desde la sala y apareció Sprig, sosteniendo el mando de la Play, sus ojos brillaron al ver a la azabache y salió corriendo para abrazarle.

—¡Nuggets!—Dijo alegremente mientras Marcy se inclinaba y lo cargaba en sus brazos, el niño le rodeó el cuello y se abrazó a ella.

(Al parecer el yeso desapareció)

Luego más ruidos desde el cuarto de arriba y al inicio de la escalera apareció una muy desarreglada Anne, que parecía haber pegado una carrera, llevaba el pijama con su cabello revuelto y las mejillas rojas del cansancio.

—¡Marcy!—Dijo sorprendida y sus ojos se abrieron el verla junto a su madre, no dijo nada.

—Wow, parece que ya todos te conocen menos yo—Dijo Leif alegremente mientras veía divertida a sus tres hijos, luego quedó seria, procesando lo que acababa de escuchar, hasta que abrió los ojos y sonrió abiertamente—.¿Tú eres Marcy?

—Eh...sí, es un gusto—Dijo sonriendo tímidamente, parecía saber de ella.

—Oh querida, al fin...

—¡MAMÁ!—Reclamó Anne alterada y la mujer mayor la miró con reproché.

—Nada de mamá, ve a darte una ducha y a tomar una pastilla si quieres bajar. Estas muy enferma, no deberías salir de la cama—La miró con los brazos cruzados y la azabache estaba sorprendida, Polly y Sprig tenían el pelo igual que su madre al parecer el cabello de los chicos no estaba teñido era pelinaranja natural, pero quién más se parecía era Anne, incluso llevaba un peinado parecido al que llevaba la castaña diariamente, pero en vez de una coleta baja era un moño.

Rivales - MarcanneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora