—Y así fue como conocí a Egg. —Helaena comentó.
Viserys le sonrió, a pesar de que se notaba que le dolía, Aegon rodó sus ojos, Alicent suspiró y Otto miró a su nieta, Rhaenyra se mordía la lengua para evitar mencionar el tema del juicio, Daemon jugaba con un cuchillo, Baela y Rhaena evitaban hablar, Jace y Luke se miraban sin decir algo mientras que Aeysant y Aemond prestaban atención a las historias de Helaena.
—Mañana necesito que todos vengan a la Sala del Trono.
—¿Y eso por qué Otto?
—Vaemond Velaryon ha solicitado hablar mi rey.
—¿Y Corlys?
—En recuperación.
—No podemos permitir que la Triarquía siga haciendo daño en Stepstones. —tosió Viserys. —tenemos que...
—Podemos traer al príncipe Daeron.
—Mi niño sólo tiene dieciséis.
—¿Y? La princesa Aeysant tiene quince y está casada, esperando un heredero Targaryen.
—Un bebé en la tormenta, un dragón en la tiniebla, un mar angosto, un león tenebroso. —susurró Helaena.
Aemond sonrió asintiendo ante las palabras de su abuelo.
—Me temo que no ha sucedido, Ser Otto.
—¿No ha logrado quedar encinta princesa?
—¿No le has dado lo suficiente Aem...
—¡No se hablará de la intimidad de ninguna mujer en está mesa ni en ninguna otra! Si la princesa Aeysant ha decidido esperar un poco tal vez sea lo mejor, puede temerle al parto.
—¿Por qué temería a algo tan normal? ¿En dónde está su madre?
—Muerta, en un parto.
—Los traumas por perder a madres en los partos siempre están presentes, personalmente entiendo a la princesa Aeysant, yo también perdí a mi madre por el capricho de un varón. —habló Rhaenyra.
—Mi hermano, el rey. —dijo Daemon resaltando "el rey". —también perdimos a nuestra madre en un parto, entendemos a la princesa Aeysant.
—Yo temí morir a los catorce, sin embargo no ocurrió Aeysant, los Dioses serán gentiles contigo y con tu hijo. —Helaena sonrió en su dirección.
—Agradecería evitar tocar temas que incomoden a las princesas y nos devuelvan recuerdos dolorosos. —dijo Viserys, todos en el Comedor guardaron silencio.
—¿Cuánto llevas entrenando con Daemon, Aeysant?
—Yo quiero responder, llevamos unas semanas, pero no necesita de mí, maneja tan bien la espada como un varón. —sonrió Daemon. —sí los lores del reino tuviesen más capacidad cerebral se darían cuenta que las mujeres guerreras sobran en el reino.
—La labor de la mujer está en la cama de parto.
—Y la de un Lord Mano en callar y obedecer a su rey.
Otto no habló, Daemon bebió un poco de vino, Aegon tomaba agua —sorprendiendo a los presentes— Rhaenyra tocaba su vientre mientras que Jace y Luke comían en silencio.
—Tengo entendido que Luke y Jace son guerreros también. ¿Podrías entrenarlos hermano?
—No creo que necesiten entrenamiento, después de todo, Ser Harwin Strong los entrenó, llevan la fuerza en sus venas.
—¿Qué es mejor qué la sangre espesa de dragón y la sangre fuerte? Defenderán al reino. —intentó decir Aeysant. —será mejor para todos.
Aemond la miró, no había notado que su escote ese día estaba más pronunciado, su vestido era rojizo, tenía el collar que su padre le había obsequiado, su cabello lacio caía sobre sus hombros mientras respiraba algo rápido.
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𝐀𝖾𝗒𝗌α𐓣𝗍 ─ 𝐀𝖾ꭑⱺ𐓣ᑯ 𝐓α𝗋𝗀α𝗋𝗒𝖾𐓣
Random-Necesitamos aliados Aemond, te casaras con una Baratheon. -Se baratheons issi hollow se unbearable, nyke'd rather dīnagon nykeā dȳñes than mēre hen zirȳ. -las Baratheon son huecas e insoportables, preferiría desposar un animal antes que a una de el...