XLIX

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—No es normal.

—¿A qué se refiere?

—El vientre de lady Aeysant no es normal, es muy hinchado, más que con el príncipe Aemon.

—Es su segundo embarazo.

—¿Y? No es normal que sea tan grande.

—Lleva un dragón en ella.

—Llevó un dragón hace un invierno y su vientre no era así.

—Era su primer embarazo.

—No es normal que haya un vientre tan hinchado.

—Tal vez ni es hijo del príncipe.

—¿Disculpe?

—Lo mismo dijo del príncipe Aemon y la misma reina, ha dicho que es su espejo cuando niño.

—La reina le tiene aprecio a lady Aeysant, probablemente por ello cubriría su traición.

—Cuide sus palabras, lord Mano, si el príncipe o la familia real lo escuchan, podrían tomarlo como traición.

—Yo sólo expreso mis opiniones, lord Beesbury.

—Pues, sus opiniones me temo que son equivocadas. ¿Por qué pone en duda la legitimidad de su bisnieto?

—Hay miles de lores con cabello blanco como el de un Targaryen en el reino, cualquiera pudo haber embarazado a lady Aeysant.

—Ni los Celtigar ni los Velaryon tienen el característico cabello de un Targaryen, se distingue cuando tienen sangre valyria.

—Sí esté niño no es del príncipe, jamás se enterará.

—Los niños han salido con el cabello platino de los Targaryen las últimas generaciones.

—Sí, pero sí esté niño no es del príncipe Aemond, jamás lo sabrá.

—¿Y eso, por qué mi lord? Los niños saldrían peliblancos, tal y como se acostumbra.

—Podrían salir con el cabello platino, porqué el gen del príncipe Aemond sigue en el vientre de lady Aeysant.

—Disculpe, mi lord, pero eso no es posible, los genes se los lleva el infante una vez que se da su alumbramiento.

—Disculpe, lady Minerva. ¿Pero qué sabe usted de esto?

—Aunque usted no lo crea, lord Mano, mucho, sé que el vientre de la princesa no es normal y es imposible que los genes del príncipe Aemond queden en el vientre de la princesa Aeysant después del alumbramiento del príncipe Aemon, la princesa se ha mostrado fiel al príncipe y su lealtad jamás se ha puesto en duda.

—Mi lord. ¿No cree qué deberíamos de convocar a la reina para estos casos?

—La reina está ocupada con el rey. —Otto insinuó. —sí quieren interrumpir su lecho matrimonial, vayan.

—Lord Mano, es una falta grave que usted tenga tales insinuaciones contra los reyes.

—No son insinuaciones. —Otto, amargamente comentó. —sólo es mi...

—Disculpen. —la joven doncella hizo una leve reverencia. —pero la princesa Aeysant ha empezado sus labores.

—¿Qué?

—¿Hace cuánto?

—El príncipe Aemond no se encuentra en sus aposentos, temo que ha desaparecido el príncipe Aegon y lo han enviado a buscarlo.

—¿En dónde está la reina?

—La princesa acaba de empezar sus labores. ¡Vengan por favor vengan! —la doncella asustadiza gritó.

𝐀𝖾𝗒𝗌α𐓣𝗍 ─ 𝐀𝖾ꭑⱺ𐓣ᑯ 𝐓α𝗋𝗀α𝗋𝗒𝖾𐓣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora