XXXVI

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Advertencia: Intento de smut.

—Ahora dí kepa. —papá.

—Aemond, tiene tres lunas de haber nacido.

—Cuando crezca le será más costoso hablar alto valyrio, es mejor enseñárselo desde ya.

—Todavía no tiene conciencia, posiblemente lo olvida.

—Cállate Aegon. ¿Tú que vas a saber de paternidad sí  estuviste en el parto de los gemelos por obligación? —Otto gruñó. —déjame ver al pequeño Aemon.

—No le gusta estar en brazos de todos, ha sido muy cercano a Aeysant y a mí.

—Ustedes son sus padres, yo soy su bisabuelo, dame a mi bisnieto.

—Aemond. —Aeysant llegó, su vientre se había deshinchado, lograba caminar con normalidad, sin embargo su odio hacía Aemond seguía ahí. —Rhaenyra que Aegon y Viserys jueguen con Aemon.

—Le estoy enseñando alto valyrio.

—Las lecciones pueden esperar, déjalo que esté con su familia. —Otto dijo.

—Alicent ha pedido que Aemon sea llevado con ella.

—¿Quién soy para negar el deseo de mi hija? Voy a llevarlo.

—Deseo llevar a mi hijo personalmente sí no le importa, Ser Otto.

—Descuide princesa Aeysant, esta en todo su derecho.

Aemon quien estaba en los brazos de su padre viendo fijamente su ojo azul desvío la mirada hacía sí madre, extendiendo sus brazos, balbuceando para llamar su atención.

—Aeysant sonrió, tomando a su hijo, besando sus regordetas mejillas. —mi lindo niño valyrio. ¿Te has estado divirtiendo?

—Yo me retiro. —Aegon dijo, caminando hacía la salida, el pequeño Aemon balbuceo llamando la atención de Aegon, quien se devolvió sonriéndole. —oh, mi lindo sobrino quiere mi atención. —dijo sonriendo, Aeysant también sonrió, parecían un matrimonio feliz, ambos sumamente felices de su primogénito.

Aemond se aclaró la garganta, su abuelo volteó a mirarlo, susurrando en su oído:

—Ojalá no salga con la sorpresa de que en realidad no es tu hijo, sino de tu hermano.

—Aemond lo miró, mirándolo mal con su único ojo. —deseo pasar más tiempo con mi hijo.

—Ya has pasado tiempo con él, lo llevaré al jardín. —dijo la castaña llevándose a los dos peliblancos junto a ella.

—¿Por qué crees qué está tan indiferente contigo? Aemon es hijo de Aegon, al menos tiene tu nombre, porqué tu sangre no.

—Aemon no es un bastardo, es mi hijo.

—¿Y cómo estás tan seguro? La zorra de tu esposa pudo haberse metido hasta con Daemon Targaryen y jamás lo sabríamos.

—Madre jura que es idéntico a mi cuando niño.

—Tu madre ama a Aeysant sobre todas las cosas, posiblemente más que a ti. ¿Crees qué no la cubriría?

—Aemon no es un bastardo y Aeysant no es una zorra.

—¿Sabes? Cuando mi antigua mujer me hacia enojar, recurría a burdeles, desquitando mi rabia con todas las putas.

—No creí que fueses tan bajo. ¿Y te preguntas de dónde salió Aegon?

—Es sólo un consejo, nieto mío.

—No necesito tu consejo, sí me disculpas iré con mi esposa y mi legítimo hijo. —dijo caminando hacía la salida, con su habitual caminar.

𝐀𝖾𝗒𝗌α𐓣𝗍 ─ 𝐀𝖾ꭑⱺ𐓣ᑯ 𝐓α𝗋𝗀α𝗋𝗒𝖾𐓣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora