¿Mi Crush es... Blight? (Lumity/Lumelia - Siblings Au)

• Cap 21 • Part 4 •

Aun me sorprende lo rápido que puede llegar a pasar el tiempo...

—¡Amelia! ¡Ven aquí! —le gritó a mi hija.

Ella sale corriendo y yo voy a atrás de ella mientras se va riendo a carcajadas llena de pintura.

Había estado remodelando un poco su habitación, cambiando la pintura de las paredes, sé que podía hacerlo con magia, pero quería sentir la satisfacción de hacer algo por mí mismo.

Claro que se me olvidó que tenía a una niña traviesa bajo mi cuidado.

—¡Amelia!

Ella había entrado a su habitación justo en el momento en el que me distraje, encontrando un pote de pintura en el suelo, cuando regrese a la habitación la encontré con sus manos metidas en él y cuando me vio salió corriendo pasando por debajo de mis piernas.

—Jajajajajaja —se reía alzando sus manos regando la pintura de sus dedos por doquier mientras la persigo.

De repente escucho un estruendo y veo un bote de pintura derramada en el suelo y a los responsables que la tumbaron huyendo del lugar... O intentándolo.

Ah sí, también tenía a otros dos bebés gemelos a mi cuidado, tan traviesos como su hermana mayor.

—¡Edric! ¡Emira!

Ellos habían estado en su habitación, jugando con algunos de sus juguetes en el piso, supongo que cuando vieron que su hermana estaba haciendo algo "divertido", quisieron unirse a la diversión.

Los veo reírse tiernamente, tratando de seguir a su hermana.

Pero los atrapó fácilmente, después de todo, no pueden correr tan rápido con tan solo dos años de edad, a diferencia de la mayor de cuatro años que parece un lince corriendo y huyendo de mí.

Tengo que ser más astuto y rápido que ella para atraparla.

Luego de dejar a los gemelos en su cuna vigilados por un abominable, salgo de su habitación en busca de su hermana mayor, quien debe estar escondida por alguna parte de la casa.

No puede ir tan lejos, tengo a algunos abominables vigilando cada rincón de la mansión para que la atrapen por si la ven. Así que me dirijo a la sala, viéndola de inmediato, oculta atrás de las cortinas, sin saber que puedo ver sus piecitos.

Hago como si no he visto nada y empiezo a llamarla por su nombre —Amelia... Ay titán, ¿Dónde estará esa pequeña niña traviesa? ¡Amelia! ¿Dónde estaaaas?

La pequeña ojidorado se estaba tapando la boca para que su risa no sea escuchada por los oídos de su padre. Se sorprende cuando de repente es levantada y luego agarrada por uno de sus pies, ahora estaba cabeza abajo viendo cara a cara a su querido y amado padre.

—Te tengo —le digo apenas la agarro y ella solo se ríe con una expresión picarona en su rostro— ¿Algo que decir en tu defensa antes de recibir tu castigo pequeña gata salvaje?

Si le tengo un nuevo apodo, porque a veces eso es lo que parece, una gatita salvaje destruyendo todo.

—Si —veo que se empieza a balancear de un lado a otro—. Papa malo.

Finjo jadear de la impresión —¿Por qué soy un papá malo? —le pregunto.

—Dejaste sola a mí —me dice haciendo un pucherito y dejando caer sus brazos—. Dijiste que jugal conmigo.