Cap 28- Nuestro paraíso.

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Yuuri sintió que el piso de repente había perdido firmeza y en su vez se encontraba sobre una agitada ola, su garganta se esforzaba en emitir sonido pero era inútil, su cuerpo estaba paralizado por la sorpresa, la felicidad y la confusión.

--Yuuri por favor quita la cadena no puedo pasar.-- dijo el recién llegado con voz temblorosa por una enorme emoción.

Las manos del japonés apenas si atinaron a quitar la cadena de seguridad, enseguida un chico de cabellos plateados, ojos azules y extraño ropaje entró a la vivienda cerrando la puerta tras de si; era Viktor.--¿Pe...pero...cómo?...-- balbuceó el nipón retrocediendo instintivamente no por miedo por supuesto sino por la sorpresa que le hizo llevarse las manos a la boca.

--Yuuri...he vuelto...he vuelto...-- dijo el ruso con lágrimas en los ojos.

Yuuri sin poderse contener se abalanzó contra el peliplata, quería gritar y reír de felicidad pero en su lugar únicamente pudo llorar como nunca antes pero esta vez de dicha.-- ¡Has vuelto!...-- exclamó entre sollozos mientras abrazaba al ruso con desesperación, quería sentirlo para convencerse de que no era una visión.--¡Por favor dime que eres real! ¡no soportaría descubrir que sólo es un sueño!.-- dijo con voz sofocada.

--¡Estoy aquí y soy mas real que nunca! ¿acaso no lo ves?.-- Viktor tomó la mano de Yuuri y la llevó a su propia mejilla para que sintiera su piel igual a la de cualquier persona.

--¿Eres...eres?...-- repetía Yuuri incapaz de terminar la frase por temor a equivocarse.

--¡Soy un humano como tú!.-- le aclaró con lágrimas en los ojos.

--¡Un humano!.-- Yuuri volvió a abrazarlo con una mezcla de felicidad y temor de que en realidad si estuviese soñando ya que tan feliz suceso le parecía imposible.

--Yuuri...Yuuri...-- repetía aferrandose al nipón.

--Te extrañé tanto, te prometí que seguiría con mi vida pero sabía que no lo lograría, desde que te marchaste la soledad me volvió a invadir y en varias ocasiones creí que no lo resistiría.-- dijo Yuuri con dificultad a causa de la emoción.

--¡Yuuri...mi querido Yuuri!.-- Viktor incapaz de resistirse buscó los labios del nipón para fundirlos en un beso lleno de felicidad, amor y necesidad.

Yuuri presionaba el cuerpo de Viktor contra el suyo, este se sentía tan real y cálido que al instante se convenció de que Viktor no había mentido al decir que era un humano y aunque después de unos segundos interrumpieron el beso ambos siguieron abrazados en medio de abundantes lágrimas como si temieran separarse mientras Makkachin ladraba y daba saltos de alegría a su alrededor.

--¿Pero cómo ha sido posible esto?.-- preguntó Yuuri a la vez que limpiaba sus lágrimas.

Viktor en respuesta lo guió suavemente al sofá, ambos tenían mucho de que hablar ahora que había pasado el shock inicial.-- Ante todo quiero que sepas que no estoy aquí contra la voluntad de mis superiores, lo digo porque veo la preocupación en tu rostro.--

--Es verdad, tengo miedo de que vengan por ti y nuevamente te aparten de mi lado.-- admitió el nipón que por un momento creyó que Viktor había escapado del cielo.

--Yuuri por favor no llores, nadie vendrá por mi al menos durante muchos años.-- el ruso acarició la mejilla de pelinegro mientras veía directo a sus ojos.-- Ahora escuchame con atención; Cuando regresé con ellos me entregaron mis alas y me nombraron ángel oficial y completo, aun así ya no pude ser feliz de ninguna manera, estar lejos de ti era tan insoportablemente doloroso por lo que al ver mi tristeza Celestino pidió para mi una audiencia con nuestro máximo superior.--

--¿Te refieres a...Dios?.-- preguntó tímidamente.

--Así es, él me escuchó con toda la atención y me dijo que aunque como ángel no era posible volver, si había otra forma, pero que debería pensar muy bien antes de aceptar ya que esto me obligaría a renunciar temporalmente a mi vida con ellos para otra vez sentir lo que cualquier humano.--

Send me an angelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora