Una bruma rosada le impedía a Viktor ver mas allá, no obstante el sonido de una arpa tocada con parsimonia le indicó que había llegado a su mundo, cabizbajo y con paso lento cruzó aquella bruma hasta que esta se fue haciendo más tenue dejándole ver un patio amplio rodeado de columnas, quería pasar desapercibido pero sabía que eso era imposible así que prefirió dirigir sus pasos directamente a la oficina del mayor Cialdini.
--¡Viktor!.-- escuchó de pronto una voz conocida.
--¡Georgi.-- respondió dándose la vuelta para ver a su amigo el cual ostentaba unas grandes alas.-- ¡eres un ángel!.-- exclamó con asombro.
--Hace unos días mi caso fue estudiado nuevamente y determinaron que mi verdadero sitio es aquí.-- contestó el nuevo ángel con satisfacción.
--¡Felicidades!.-- Viktor de inmediato abrazó a su amigo.-- era lo justo, eres un gran chico.--
--Gracias pero...--Georgi evidentemente se sentía mal por su amigo.
--No te preocupes, estoy bien.-- contestó el ruso con su usual sonrisa.
--¿Pero entonces por qué estás aquí?.-- preguntó Georgi.
--Yo...creo que no podré cumplir mi misión.-- admitió el peliplata.
--¿No podrás?.--
--¡Viktor!.--el mayor Cialdini se apareció de repente de entre unas columnas.
--Señor.-- saludaron ambos ángeles inclinando la cabeza en señal de respeto.
--Ven conmigo, debemos hablar.--le indicó el mayor al peliplata sin perder un minuto.
Recorrieron un largo pasillo iluminado por una cálida luz amarilla ámbar, al final del mismo una gran sala oval los recibió con sus cómodos asientos mientras un tibio aire agitaba las ligeras cortinas de tul que cubrían a una serie de amplios ventanales.
--Señor yo...lo siento mucho pero no pude continuar mi misión.-- comenzó a decir el ruso sin más preámbulo acomodandose en un sillón.
--Dime que es lo que pasó.-- le pidió el mayor colocándose detrás de su escritorio obviamente lo sabía pero quería oir la versión del adolescente.
Viktor se inclinó hacia adelante y se llevó las manos a la cabeza en señal de desesperación.-- ¡Ese chico Katsuki!.-- estalló de pronto.-- ¡nunca había conocido a alguien tan inmaduro y pesimista, simplemente ya no pude con él!.-- se quejó presa de la frustración.
--Ante todo debes calmarte por favor.-- le pidió con gentileza el mayor.
Viktor respiró profundo para intentar calmarse antes de continuar.-- Como le decía; yo hice todo lo que pude pero la verdad fue muy poco, por un momento creí que lo estaba logrando pero me equivoqué, ese chico es imposible.--
--No hay personas imposibles, aun los corazones mas frios pueden llenarse de calor.-- respondió Cialdini convencido de sus propias palabras.
--Le aseguro que hay excepciones.-- contestó rápidamente el ángel.
--Piensas que no hay progresos en tu protegido, pero te puedo asegurar que pronto verás recompensado tu esfuerzo.--
--¿Eso cree?.-- Viktor levantó el rostro donde se vislumbraba un rayo de esperanza.
--Todos lo damos por hecho.--
--Disculpe, pero cometieron un error al elegirme a mi.--
--¿Un error?.--
--Si señor, esta misión debieron dársela a un ángel de mayor experiencia, yo no sé que hacer ni que decir.--
--Es verdad que eres aún un aprendiz, pero todos sabemos que eres el indicado para lograrlo.-- contestó Cialdini con seguridad.
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Send me an angel
FanficEn una noche de invierno un carruaje corre frenético, dentro de el seis huérfanos conducidos por su profesor huyen de la revolución rusa la cual está en su punto álgido, creen que van hacia la salvación pero...la muerte los acecha en una remota mont...