Cap 14- La decepción de Chris.

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Era una mañana bastante fria, aun así Yuuri pasó puntualmente al parque donde Yuri Plisetsky lo esperaba todas las mañanas del sábado para ir a su lugar de entrenamiento a las orillas de la ciudad.

--¿Ya hablaste con el sastre?.-- preguntó al rubio apenas subió al auto.

--Mañana iré a su taller con mi abuelo.--

--Pero no olvides decirle que lo necesitas para dentro de un mes.--

--Ese sastre es bastante rápido, estoy seguro de que lo tendrá dentro de un par de semanas.--

--Lo sé, pero sinceramente tengo mis dudas ya que el modelo elegido es muy elaborado.-- objetó el pelinegro.

--Lo tendrá.-- respondió el ruso con seguridad.-- Por cierto, no te he dado las gracias, sin tu ayuda mi madre no habría podido pagar semejante traje.--

--Descuida, debes lucir lo mejor posible para esta competencia, recuerda que los jueces ponen atención en todos los detalles.--

¿Pero a que se refería el nipón? pues bien, Yuri Plisetsky planeaba presentarse en el evento de clasificación para las nacionales de Rusia a efectuarse dentro de un mes, Yuuri quería que su pupilo se luciera con un magnífico traje asi que le recomendaron el trabajo de uno de los mejores sastres de San Petersburgo el cual era muy reconocido entre los patinadores rusos, esto lógicamente hacia que sus precios fueran elevados razón por la que acordó pagar la mitad del costo total a pesar de las protestas del adolescente.

Unos minutos después Yuuri observaba desde la orilla de la pista al rubio con cierto disgusto ya que en su rutina había un salto que generalmente fallaba pese a su relativa facilidad.--¡No no no!.-- repitió con molestia.-- ¡Yura por favor! ¿como es posible que falles una y otra vez un salto tan básico?.--

El chico se acercó a Yuuri visiblemente contrariado consigo mismo.--¡No sé que demonios me pasa!.-- se quejó mientras se colocaba los protectores en sus patines y salía de la pista para sentarse sobre una banca.

Yuuri mientras tanto parecía repasar la rutina de su pupilo en su mente para descubrir el error.--Lo lamento Yura, creo que fui muy brusco contigo hace unos minutos.-- se disculpó sentándose junto al chico.

--La verdad es que yo mismo me enfuresco, no puedo creer que no pueda hacer bien un simple Salchow.--

El pelinegro permaneció en silencio un rato mas antes de contestar.-- Sabes que he descubierto lo que pasa.-- dijo de pronto.

--¿Pero que dices?.--

--Es realidad es fácil entenderlo, lo que pasa es que te confías demasiado, piensas que lo dominas y que es un salto sencillo por lo cual al ejecutarlo no le das el tiempo suficiente para prepararte, sólo lo haces de forma apresurada y por eso fallas mas que en un salto difícil ya que en ese si te concentras como debe ser, además el pensar que únicamente es una práctica te relaja aunque eso es un error.--

--Es verdad, pienso que este es un salto fácil.--

--Es fácil, pero aun asi requiere de concentración. El problema es tu impaciencia, debes de ser mas paciente o de lo contrario seguirás fallando.--

--Trataré de hacerlo.-- prometió el rubio.

--Eso espero, ¿te parece si seguimos practicando?.-- continuó el japonés.

--Claro.--

Yura volvió a la pista donde siguió con su rutina por mas de una hora ante la vista cuidadosa del nipón que no perdía detalle de sus movimientos atento a cualquier error que notaba, era un entrenador paciente pero dedicado.--Creo que por hoy con eso será suficiente.--

Send me an angelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora