prólogo

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Advertencias:
Drama y angst.
Jin alfa X Taehyung omega.

Esta historia es muy larga y cuenta con cuatro partes.

Fue escrita en colaboración con @solarxido y @Hobibuba

Les recuerdo bien que las personalidades de los personajes no corresponden a la vida real. Se tomaron muchas libertades creativas para ello.













Tae nunca creyó que iba a tener algún día esa vida.

Tomó en brazo al pequeño niño de dos años que se arrebujo contra él, escuchando los gritos de los mejizos a un lado, y le revolvió el cabello al omega que chupaba su dedo a pesar de su edad.

-Jimin, tu mano -dijo con voz suave, luego de cerrar con llave la puerta del auto, y el mellizo menor le sacó la lengua al mayor, agarrando la mano de Taehyung.

Yoongi, el mayor, frunció el ceño, corriendo a tomarle la mano a su hermano, y así los cuatro caminaron por el estacionamiento en dirección al supermercado.

-¿Qué vamos a compar ?- preguntó Jimin.

-Comida -respondió Taehyung.

-¡He-la-do! -dijo Yoongi, casi rebotando.

-No, eso no -contestó Tae.

-Mamá -balbuceo Jungkook en sus brazos.

Taehyung lo miro cuando entraron al supermercado, inmediatamente suspirando al sentir que Yoongi se lanzó a sus pies, abrazándolo por una de sus piernas. Mientras Jimin lo abrazaba por la cintura en actitud posesiva, e incluso Jungkook se aferró a su cuello.

El omega frunció el ceño.

-Chicos, no puedo caminar...

No impota! -gritó Yoongi --. ¡papá dijo que debemos cu-i-date!

Taehyung suspiro, tratando de dar un paso. Lo logró, pero arrastrando a Yoongi y Jimin consigo.

Cuando Jin llegara a casa, iba a tener una buena conversación con ese alfa de pacotilla.

Aunque a regañadientes sabía que sus cachorros actuaban así también por instinto propio: Tae sabía que los alfas le miraban, en especial porque era un omega joven que tenía tres hijos. Todo en él gritaba FERTILIDAD, algo que los alfas parecían adorar.

Diez años antes, jamás se habría visto así, porque nunca creyó que un alfa estuviera lo suficientemente interesado en él como para cotejar. Tenía una cara amargada (según su madre) y una actitud de miedo (según su padre), además de no parecer omega muchas veces (en palabras de su hermano). Todo eso provocó que asumiera, a sus quince años, que no estaba destinado a tener una vida casera, como la que tenían todos los omegas en el país.

Sin embargo, eso no cambió hasta que Seokjin llegó a su vida un año después.

Se habían conocido en un local de comida rápida, donde el alfa trabajaba y enseguida le empezó a cortejar como si no hubiera mañana. Taehyung al inicio estuvo muy asustado, porque Jin era bastante.... intenso.

Y él no sabía manejar esas situaciones, pues jamás estuvo en ninguna de ese tipo. Menos, cuando el alfa apareció en su casa con ciento veinte rosas blancas que terminaron en el tacho de la basura porque la mamá de Taehyung era alérgica a ellas.

Pero tiempo después, cuando el alfa le marcó y anudó en él se dio cuenta de que jamás podría querer a otro alfa que no fuera seokjin, ni cargar a ningún bebe que no fueran los del alfa, ni mirar ningún otro lado excepto a su esposo.

Tae era un buen omega, después de todo, y amaba muchísimo a su familia.

Siguió caminando con Yoongi aferrado a su pierna en tanto Jimin no lo soltaba, los tres niños gruñendole a cualquier persona que le mirara. Tae lo agradecía, además porque en esa sociedad tan jerarquizada, cualquier alfa podría agarrarlo y quitarle la marca de seokjin para hacerle otra.

Él tenía pocos derechos, pero muchos deberes, y Tae lo sabía muy bien, ya que cuando llevaba saliendo dos años con seokjin y fueron a una fiesta, un alfa borracho quiso violarlo. Sino hubiera sido porque seokjin lo golpeó, la historia sería otra.

Sus cachorros eran muy posesivos con él, algo sorprenderte considerando que el único alfa era Yoongi. Jimin y Jungkook eran omegas, por lo que tendían a darse más con Seokjin, sin embargo, quedaban como alfas cuando se trataba de él y de mirar mal a todo el mundo.

A sus veinticuatro años y con tres hijos cachorros, era evidente que Taehyung era un buen partido.

Comenzó a echar cosas en el carrito del supermercado, y media hora después, estaba pagando en la caja.

–¿Puedo llevah el chocolate? –preguntó Jimin, mostrandole el dulce.

Tae negó con la cabeza.

–Él azúcar te vuelve hiperactivo –le dijo, quitandole el chocolate.

–¡No es pala mí! –reclamo Jimin –. Es pala Hoseok.

Tae suspiro. Hoseok era el vecino alfa de seis años que decía ser pareja de Jimin; por otro lado, su hermano menor, Namjoon, de cuatro años, también declaraba ser el alfa de Jungkook. Yoongi los odiaba a los dos por quitarle la atención de sus hermanos menores.

–¡Hoseok hu-e-le a caca! –dijo yoongi maliciosamente.

–¡No es cieto! –grito Jimin, enrojecido.

–¡Y se casadá con otlo omega! –agregó Yoongi.

–¡Mamá! –chilló Jimin.

Tae agarró a yoongi por la oreja luego de pagar.

–Si sigues diciendo eso, te lanzaré del auto –le advirtió, y Yoongi decidió callar.

Agarró las bolsas de supermercado, caminando otra vez al auto, y procedió a guardar todo antes de volver a acomodar a los niños en el asiento trasero. Minutos  después llegó a casa y se dispuso a hacer la cena.

A veces se aburría porque se la pasaba en casa, sin nada que hacer, porque Seokjin y él decidieron tener hijos enseguida y, por lo tanto, no pudo entrar a la universidad y así trabajar después. Yoongi y Jimin solían ir al kinder, en tanto él se quedaba cuidando de Jungkook,  pero sabía que el pequeño empezaría a ir también a preescolar, y quedaría sin compañía. Tal vez debería darle otro cachorro a Jin o comprar una mascota porque tampoco quería trabajar, ya que era peligroso para un omega como él.  Prefería quedarse en su hogar  y ser el típico omega de familia, tal y como fue criado.

Una hora después, la puerta de la casa fue abierta, y sintió un familiar olor llegando a él.  Sonrió sin poder evitarlo, oyendo los chillidos de los cachorros al ver llegar a papá,  y se fue a su encuentro.

Seokjin le sonrió con Jungkook en brazos, dándole un beso en los labios.

–¿Cómo te ha ido hoy? –preguntó.

Tae lo pensó un momento.

–Aburrido –respondió, sin embargo, era feliz.

Superficialmente feliz, pero a veces, peor era nada.










La historia presentará leves correcciones, nada demasiado grave.

Insisto, para las personas nuevas, prepárense porque este Fic es para llorar ndkdjjdid

¡Gracias por leer!

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