Buenos días/noches/madrugadas.
Siempre me excuso por las demoras, así que para no perder la costumbre les diré que he estado muy metida en mi, cuidandome y siendo muy paciente conmigo y con mis tiempos, y eso de alguna forma a veces me impide conectar por períodos largos con el mundo exterior y con emociones que no me pertenecen, como las que mueven al final del día todas las historias que nacen de nuestra imaginación. Pero me encuentro bien y espero que las musa me sigan acompañando durante las noches.
Tambien aprovecho para advertir que cada uno de mis capítulos serán usados como un reclamo hacia Vivianz_49 para que se digne a escribir.
Y por supuesto aprovecho tambien para dar gracias por la paciencia, por no perder las ganas de seguir leyendo la historia y por los bonitos comentarios que me hacen, los valoro muchísimo, de verdad.❣
Por ultimo, espero que se demoren leyendo este capítulo casi tanto como yo me tardé escribiéndolo, pero sobre todo que disfruten tanto como yo al leer el resultado final. ❤— ¿Mayte? — el llamado de Manuel pronunciando su nombre tan pronto como puso un pie dentro de la casa, le hizo saber a Mayte que había sido en vano el extremo cuidado que había puesto para no hacerse notar — Pensé que ya no llegabas — le escuchó confesar y en medio de la oscuridad del salón pudo apreciar su figura levantándose del sofá con algo de dificultad.
— Lo siento, no sabía que dormías allí... — se disculpó apenada. A él pareció importarle muy poco; pueda que porque, a diferencia de ella, él no luchaba para conciliar el sueño, o simplemente porque no le molestaba interrumpir sus horas de sueño a cambio de un tiempo bajo su compañía — no quise despertarte.
— No te preocupes. — encendiendo las luces que iba encontrando a su paso hizo camino hasta su encuentro, pero tan pronto como se detuvo frente a ella, la rubia se dio a la huida. Habían sido muchas las horas que había estado afuera, aun así, consideró que quizá le había hecho falta algunas más — No estaba del todo dormido.
— ¿Ya cenaste?
— No. — contestó siguiendo la estela de su perfume y el hilo de la conversación — De hecho, pensaba esperarte para que pidiéramos algo juntos.
— Traje pizza. — informó y él, que seguía medio dormido, hasta ese entonces se percató de las bolsas que llevaba — Fue lo único que encontré de camino aquí.
— Huele muy bien.
— Aja — contestó apenas y de manera casi automática dejó las bolsas en la mesada y abrió una de las cajas. Ella estaba allí, pero su cabeza parecía no estarlo del todo.
— ¿Y cómo les terminó de ir en el estudio? — su intención de sacarla de aquellos pensamientos que parecían atormentarla dio resultado tan pronto como lanzó la pregunta. De repente ella volvía a estar presente y pudo incluso percibir como su mirada volvía a iluminarse, casi tanto como en la mañana durante su cita médica.
— ¡Bien! Muy bien de hecho. — destacó con una media sonrisa en los labios — Por lo menos Ale quedó más tranquila porque terminamos haciendo un poco más de lo que teníamos previsto para hoy.
— Me comentó que piensan empezar con las fotos y el video dentro de unas semanas. — hizo mención y la vio enarcar una ceja. Parecía que el tema de su cercanía con la Tamargo nunca dejaría de hacerle ruido — ¿Por qué las prisas? Si tienen prácticamente seis meses por delante para terminarlo todo.
— Por el embarazo... se están contemplando posibles complicaciones futuras. — por sugerencia de ella — Además pronto será más notable.
— ¿Y qué tiene?