Capítulo 28

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- Todo va a estar bien mi May - aseguró Fernanda confiada y en un gesto de apoyo sincero colocó su mano sobre la suya captando al tiempo su atención por primera vez desde que salieron de casa - ¿estás lista?

- No, quisiera irme - confesó apretando su mano y con la otra limpiándose las ultimas lágrimas que recorrían su rostro y que no había logrado evitar, una vez más.

- Tranquila, mira podemos quedarnos aquí un momento en lo que te calmas y te sientes mejor - sugirió y Mayte asintió a modo de respuesta, agradecida por la comprensión y empatía brindada por Fernanda desde el primer momento.

- Gracias, no sé qué habría hecho si no te vieron.

- Seguramente pararte firme y enfrentarte a todo con valentía - comentó Fernanda con seguridad - lo cierto es que las cosas compartidas cuestan menos.

- Tienes razón - concordó la castaña cruzándose de brazos y dejándolos reposar por una milésima de segundo sobre su vientre hasta que la sola idea de imaginar que existía vida habitando dentro de su cuerpo la espantó lugar y terminó por retirar sus brazos de aquel, situación que Fernanda no pudo evitar ignorar.

- ¿Tienes alguna idea de cuánto tiempo podrías tener?

- No estoy muy segura, podría haber sido a finales de noviembre ... - en su cumpleaños o las siguientes noches a esa, pensó - o quizás a inicio de diciembre - antes de su discusión con Manuel.

- Casi dos meses ... - murmuró Fernanda .

—¿Es mucho tiempo? - interrogó con notable preocupación.

- No lo sé, pero el doctor nos dirá, para eso vinimos y seguramente alguna solución podremos encontrar.

- Espero que sí porque de lo contrario no sé qué voy a hacer Fernanda— suspiró apoyándose al respaldar del asiento - gracias por acompañarme.

- No tienes nada que agradecer mi May, para eso estamos - aseguró con una media sonrisa, aunque su entrecejo no tardó en volver a fruncirse.

- Puedes preguntar lo que quieras, es lo menos que te debo.

- A mí no me debes explicaciones mi May - aseguró guardando silencio como lo había hecho durante todo el trayecto, respetando su espacio.

- Estábamos, bueno ... estamos saliendo hace más de un año oficialmente, pero desde hace un buen rato veníamos saliendo, creo que por eso terminamos despreocupándonos cuando ... no es que no nos cuidemos es solo que ... - suspiró mientras su confesión tejía un hilo de respuestas en la cabeza de Fernanda - ni en mis pensamientos más descabellados habría imaginado que esto sucedería a mi edad.

- A tu edad, lo dices como si estuvieras entrando a la vejez - comentó con gracia haciéndola sonreír - pero no tienes que explicármelo mi May, me basta con saber que te sientes cómoda y que estás bien con esa persona.

- Y lo estoy, pero no es fácil - admitió soltando un suspiro.

- No, claro que no lo es, pero hay días en que la vida te da de vueltas y cuando sabes que ese alguien está ahí, para sostenerte y apoyarte te das cuenta que vale la pena, aunque no sea fácil - agregó Fernanda ante los vivos recuerdos de lo que empezaba a ser solo una grato sacudón en su vida y Mayte estuvo muy de acuerdo con su comentario - May ... ¿él lo sabe?

- No Fer, no lo sabe y realmente no sé si quiero que lo sepa - confesó y no pudo evitar recriminarse por cada lágrima que sin permiso abandonaba sus ojos.

- Perdón, perdón - se disculpó mientras se acercaba a acobijarla entre sus brazos - lo siento, no dije nada - con suavidad acaricio su cabello y espalda en un recorrido largo con el que esperaba darle el soporte que desesperadamente Mayte había buscado esa mañana from que llegó a su casa en busca de respuestas que solo ella podía responder.

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