Dead Language | Wandanat

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De parvis grandis acervus erit

Había sido una noche extraña, no había dormido tranquila, no podía creer que había preferido mil pesadillas a despertar pensando en Wanda Maximoff casi toda la noche, no creía que la situación que habían tenido ayer la estaba afectando, no entendía porque, se sentía nerviosa, en su defensa solo trataba de escapar de esa ridícula trampa que le había puesto su alumna.

– Nat, Nat... ¡Nat! – Sintió una mano que la tomó de la muñeca

– ¡¿Qué?! – Exclamó alarmada

– Llevas rato poniéndole azúcar a tu café y estás por derramarlo – Emitió Maria tomando el azucarero de su mano

– ¿Distraída, Romanoff? – Se burló Clint alzando la vista de sus pendientes

– Sólo no me di cuenta de lo que hacía, eso es todo – Evadió Natasha

– Ayer cuando me fui, tus textos de ruso seguían en tu casillero ¿Te demoraste mucho en latín? – Preguntó la pelinegra con interés

– Wanda Maximoff – Respondió, Clint y María entendieron de inmediato

– Esa niña sigue sin dejarte en paz...

– Tampoco es una niña, tiene casi la edad de Nat – Rebatió el castaño

– Pero sus actitudes no son de alguien que pronto se va a graduar – Dijo Maria con clara molestia – ¿Nat no te contó todo lo que le hizo?

– ¿Responderle en clase?

– Me puso una araña en el escritorio – Dijo la rubia – También puso chicles entre las hojas de mis libros, cambió mis cosas de escritorio por objetos de broma, me puso una alfombra debajo del escritorio con tinta, así todos mis pasos se veían por el salón y en todas partes y ayer... ayer la castigué a que se siente a mi lado para hacer su examen, simplemente no me dejó pasar, estaba encerrada entre ella y la pared, tuve que saltarla para poder salir – Intentó hablar de eso último con molestia aunque la imagen de ella sentada en el regazo de su alumna la confundía grandemente

– Esas son solo algunas de las hazañas de Maximoff – Agregó Maria

– ¿Por qué no la expulsas de tu clase? – Dijo Clint lo lógico

– Es lo que ella quiere y ruega porque lo haga, pero solo está haciendo berrinches, a parte que no es tonta, es de las más destacadas de la clase, es una niña mimada a la que sus padres nunca le negaron nada, fui el primer no y alguien que le puso control a su vida, así que no la culpo – Suspiró

– Nat, es que es rara esa actitud ¿No te parece? – Cuestionó la pelinegra

– ¿Por qué rara? – Preguntó el maestro interesado

– Todo lo que hace Wanda jamás es para perjudicarla – Retomó la palabra Maria – Forró las hojas de los libros con otras antes de pegar los chicles, así no se malograban los textos, en los artículos de broma no puso un lapicero que embarre con tinta todo su trabajo, la araña que puso la tomó entre manos, no es que haya conseguido un animal de la calle o haya querido matar a Natasha con una mordida de araña, hace cosas para fastidiarla, pero no para de verdad conseguir una expulsión

– Deja de hablar de mí como si no estuviera – Emitió la rubia

– Tienes razón, es una actitud peculiar – Afirmó Clint dejando sus labores de lado – Es como los niños de kinder – Rio levemente