Dead Language | Wandanat

33

Amantes, amentes

Había sido un día muy feliz, por fin se graduó, había sido una ceremonia muy linda en la universidad con todos sus amigos, sus padres, su novia, no creía que por fin ya tenía su diploma, después de la ceremonia fue con sus padres y Natasha a comer, pasaron la tarde en casa y ahora sólo estaba en las piernas de su novia, mientras veía las fotos de ese día, tenía algunas fotos con ella, se veían preciosas juntas, quería tenerlas en la sala de su futuro departamento que en verdad era el de Natasha, sólo que lo redecorarían, era un regalo de los padres de Wanda.

La rubia sonreía acariciando el abdomen de su novia besando su hombro, mientras veían las fotos, estaba radiante ese día, por fin iniciaban sus vacaciones, parecía que todo lo malo había pasado hace mucho tiempo, como si fuera otra vida.

– Te amo – Susurró Natasha subiendo los labios por su cuello – Me siento tan orgullosa de ti, estoy feliz de todo lo que estás consiguiendo

– Te amo, Nat – Sonrió volteando a verla y besando sus labios – Gracias por estar hoy con mi familia, por el apoyo, por todo, amor, hasta le compraste unas cosas a Zibby para que se sienta cómoda en su nueva casa, te amo, no me imagino este nuevo inicio sin ti

– Yo tampoco, bella – Suspiró – Quiero que estés cómoda conmigo en el departamento, vamos a probar el realmente vivir juntas con trabajos diferentes, vernos sólo en las noches, sé que vas a llegar cada vez más lejos y que todo será nuevo para ambas, no sé lo que vaya a pasar, pero me emociona que sea contigo

– A mí igual, mi alma – Se acercó a besarla con cuidado – Me pone realmente nerviosa ir a conocer a tus papás y contarles todo

– No sé lo que vayan a decir o pensar, pero nuestra relación es preciosa, nunca hubieron segundas intenciones, sólo hablaremos con la verdad

– Ya va siendo que hora de que le digamos a mis papás también ¿No? – Se recostó en ella sintiendo cómo la abrazaba

– Sí, bella – Suspiró besando su mejilla y su cuello – Ojalá que no les empiece a desagradar – Se abrazó a ella

– Mi alma... – Volteó en sus piernas tomándola de las mejillas besando sus labios – Ellos te adoran y saben la persona que eres, tú misma sabes que las cosas no pasaron como podrían pensar, tienes un corazón de oro, te amo con todo mi ser y mis fuerzas, eres preciosa en todos los sentidos, Nat, jamás pensarían algo negativo de ti, y yo tampoco lo permitiría, si se atrevieran a siquiera insinuarlo, yo me olvido de mis padres para siempre, porque te amo, y digo estas palabras porque estoy muy segura de que ellos están tan felices de que seas mi novia que dudo mucho que piensen mal de ti, es más me dirían que la que tuvo la culpa y te hizo caer fui yo, en vez de al revés, que yo debí haber esperado, pero si esperaba más mi corazón iba a explotar, me moría por comerte a besos semanas antes de ese viaje, en el museo no sabes lo mucho que me moría por encerrarnos en algún lugar y... – Suspiró acariciando su labio inferior con el pulgar – Tal vez no sólo besarte – Sonrió juntando su frente a la de ella

– Wanda... – Rio levemente sintiendo que sus mejillas se sonrojaban, tenían una relación cada vez más seria y formal, pero no dejaba de pensar que su novia era la única mujer a la que había visto desnuda y que sólo había hecho el amor con ella, pero a veces aún le daban los nervios como si fueran completas desconocidas

– Eres tan dulce, Nat – Se acercó a besarla sintiendo las manos de ella en su cintura

– Te amo – Sonrió encima de sus labios