Dead Language | Wandanat

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Semper idem

Un lunes más, en esta ocasión fue una clase muy tranquila, no habían sorpresas en los cajones o escritorio, Wanda fue muy obediente en todo momento, resolvió su examen en silencio, no parecía realmente estar en la clase, se la veía algo desanimada, como si hubiera perdido el interés en todo, no podía negar que le dio curiosidad el motivo, pero no creyó que era su lugar preguntar, todos se fueron de la clase cuando terminó, Natasha empezó a alistar sus cosas, pero la castaña seguía ahí.

– ¿Planeas quedarte aquí? – Cuestionó la maestra sin siquiera voltear a verla

– Sí – Se encogió de hombros

– Ya decía yo porque estabas tan callada – Se burló mirándola de reojo

– Yo que usted iría ideando cómo salir del salón – Se recostó un poco en el asiento de su carpeta

– ¿A qué te refieres? – Preguntó extrañada

– La semana pasada me dijo que tomaría mi examen al lado suyo, por eso mi carpeta está ahora al lado izquierdo de su escritorio y al lado derecho está la pared, yo no planeo moverme de aquí en un largo rato – Puso los pies encima del escritorio – Así que no sé cómo pasará ¿Trepará su escritorio? ¿Saltará? ¿Volará? ¿Qué se le ocurre, maestra Romanoff?

– ¿Qué quieres que haga para que me dejes salir? – Suspiró con su maletín listo, sabía la respuesta, pero quería pensar, una clase tranquila no había sido buena señal, habían pasado semanas y seguían en la misma situación

– Firme mi salida de su curso, por favor – A estas alturas ya no podría reingresar a ningún otro extracurricular, solo salirse por sí misma, pero sentía que era una guerra que había empezado y debía ganar

– ¿Vas a seguir? – Se quejó, agradecía no llevar falda ese día, pero tampoco quería trepar a su escritorio para risa de su alumna

– Bellum indixi, ut eam ad ultimum ducam – Sonrió la castaña de lado mientras alzaba sus cejas con suficiencia

– ¿No crees que graduarse es mil veces mejor que el que te cumpla uno de tus berrinches? – Emitió posando el rostro en una mano viéndola atentamente

– No dejaré que me gane, maestra Romanoff – Determinó poniéndose en la misma posición que ella, se encontraban cerca, Wanda pasó la mirada por sus facciones, de cierto ángulo y con cierta luz podía entender porque todo el mundo pensaba que era bonita

– Sé que te aburrirás rápido, Maximoff, así que iré avanzando el trabajo mientras quieras estar aquí – Suspiró

– No le prometo que me quedaré callada, puedo hablar todo el día si quiero, así que no me rete y solo firme mi tonta carta de retiro para que usted se vaya y yo pueda volver a casa

– No resistirás, Maximoff, me da ternura el que creas que parlotear me espantará de algún modo, soy maestra, aunque no quiera, escucho gente de tu edad hablando de lo que les aqueja en la vida – Soltó eso último en falso dramatismo tomando los exámenes de ese día para empezar a corregirlos, no podía creer que su castigo de ponerla al lado suyo había sido algo que Wanda pudo haberle sacado la vuelta

– Eres casi de nuestra edad, no me digas que no tienes tus propios dramas con otros profesores o en tu vida amorosa – La vio con atención

Natasha rio levemente – Te noto muy interesada en mí como para detestarme como lo haces

– No me interesa – Negó rápido cruzándose de brazos volteando hacia el lado opuesto

– ¿Ya no vas a hablar entonces? – Emitió en una burla a los minutos de absoluto silencio