Dead Language | Wandanat

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Amor ómnibus idem

Estaban sentadas debajo de un árbol en el parque, Wanda se sentía algo cansada de caminar, así que tomaron un descanso, Natasha veía hacia el horizonte pensando sobre todo, sintió el peso de la cabeza de la castaña en su hombro, se había quedado dormida, la mano de Wanda estaba cerca a la suya, con sus nudillos llegó a acariciar su dorso sonriendo al instante, apoyó la cabeza en el árbol suspirando, tendría su cita con Darcy en unas horas, se sentía nerviosa, había pensado en cancelar unas veces, pero Maria la había convencido a darse la oportunidad de sólo salir y conocerla, tal vez no resulte nada, pero ya estuvo con alguien más que no es Wanda y eso sería positivo para ella, tal vez así se anime a por fin deshacerse de ese departamento, entre otras cosas.

Agachó la mirada al rostro de su ex novia, repasó los ojos por su rostro, se la veía mejor que la primera vez que la vio después de que se distanciaran, notaba que aún estaba algo decaída, pero aunque esté más pálida de lo normal, se veía preciosa, dejó la vista fija en sus labios, se moría por probarlos de nuevo, daría lo que sea por detener el que ambas subieran al auto cuando se accidentaron.

– ¿No te da asco ver la boca de alguien enfermo? – Emitió Wanda abriendo los ojos y viéndola de inmediato

– No, Wanda... – Suspiró no creyendo que otra vez la castaña quiera espantarla – No me das asco, jamás me darías un sentimiento tan horrible, porque eres...

– ¿En serio? – La confrontó interrumpiéndola – ¿No te dan asco mis labios resecos y agrietados? ¿No te desagrada que mis ojos se hayan hundido? ¿No te da repele el que mi cabello ya no sea brillante y con ondas? O simplemente que me comporte como una perra contigo cuando tú eres maravillosa... ¿No odias todo eso de mí? A pesar de todo lo que te hago y te he dicho... ¿Quieres besarme?

– Sí, Wanda – Suspiró acercándose a su rostro sin pensarlo – Me muero por besarte, por abrazarte, por dormir a tu lado y susurrarte todas las noches que vamos a salir de esto juntas, que ya falta menos tiempo para que te recuperes al completo, que eres lo que más amo en la vida, eres mi amor, bella, me muero por tenerte cerca, por vivir junto a ti, despertar a tu lado, cuidarte, amarte en todos los sentidos, te amo, bella

– Hazlo, entonces... – La vio a los ojos con una lágrima resbalando por su mejilla – Bésame si tanto quieres – Se encogió de hombros

Natasha tomó sus labios sin pensarlo realmente, sintió sus propias lágrimas y la boca tímida de Wanda corresponder, acarició su mejilla acercándola más a ella, aunque a los segundos se dio cuenta de que no era lo correcto, así que se alejó viéndola a los ojos.

– Te advertí que placentero no iba a ser... – Emitió la castaña en un susurro, había adorado ese beso, aunque no fue tan mágico para Natasha, ella lo atesoraría por el resto de su vida, pues sabía que sería la última vez que una mujer tan preciosa como su ex novia se acerque de esa manera a ella

– Wanda, me detuve porque no es correcto, no porque me haya desagradado – Aclaró viéndola a los ojos – Tú estás en un lugar muy vulnerable a pesar de que quieras que me aparte de ti, no lo respeté y fue un gran error de mi parte, así que... – Tomó aire – Cuando estés lista para seguir tu rehabilitación con la terapeuta o tus padres no me necesiten más o estés completamente recuperada, cuando ya no sea ni un poquito útil en tu vida, cumpliré lo que tanto me pides y me alejaré de ti

Wanda no sabía que decir, ese beso había desarmado todas sus barreras, no quería decirle a Natasha que justo eso era lo que buscaba, porque mentiría y no tenía fuerzas para ser fría y cortante, porque se sentía al borde de las lágrimas al ver que había empujado tanto a la rubia que por fin aceptaba lo que le pedía por tantos meses.