Dead Language | Wandanat

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Hic et nunc

La veía expectante y con una sonrisa, la lluvia no paraba, estaba incrédula de que Natasha esté en casa con ella, pero no iba a dejarla tirada en la calle, siempre las personas tenían esa clase de accidentes y sus padres la habían educado para que ayude a quien sea.

– Está muy rico – Aceptó tapando su boca mientras pasaba la comida

– Me ofende que hayas desconfiado de lo bien que cocino – Se encogió de hombros empezando a comer de su plato

– No pensé que sabías cocinar – Fue sincera cruzándose de piernas en el sofá

– Vivo sola, obviamente que sé cocinar – Se encogió de hombros, ver la televisión y comer algo hecho en casa con Natasha la hacía extrañar a Sharon, desearía estar con ella ahora, pero no le respondía los mensajes ni el teléfono, eso solo la hacía pensarla más

– Te quedó delicioso, Wanda, gracias por todo – Sonrió y la castaña salió rápido de sus pensamientos

– No es nada – Se encogió de hombros – ¿Está bien lo que puse en la tele? Puedo cambiar a otra cosa si gustas – Se apuró a decir

– Sí, no te preocupes, me encanta esta serie – Sonrió

– Es mi favorita – Alzó la vista hacia ella – La veía cuando estaba pequeña, he visto los capítulos mil veces, pero no dejo de reírme con los mismos chistes – Emitió volviendo su atención a la comida

– A la señorita revoltosa le gustan las sitcoms... – Alzó las cejas bromeando

– De algún lado debo sacar mis ideas de bromas – Se encogió de hombros

– Son tan de secundaria que estoy segura de que sí

– ¿Quieres que haga algo más fuerte, Romanoff?

– Tal vez así consigas la expulsión de mi clase – Emitió con una sonrisa ladeada

– No quiere saber lo que se me ocurre, maestra – Habló misteriosa

– Eso de que me hables de usted y de tú, me confunde demasiado, a veces en la misma conversación lo haces – Observó

– No lo hago como falta de respeto, a parte que sabes que no se me da bien el español – Rio levemente

Natasha recordó esa broma que le hizo el verano que pasaron juntas, ya que la castaña no quería estudiar le fue fácil aparentar no entender el español y traer de vuelta su acento – Sí, Wanda, actuabas tan confundida en un principio que tuve que hablar con tus padres para que consigas un profesor de español también

– Me regañaron muy feo y tuve que disculparme contigo – Emitió falsamente resentida

– Fue un buen día – Afirmó – Estaba asustada de que tus papás me quiten el trabajo, necesitaba realmente el dinero – Se encogió de hombros

– ¿Qué? – Preguntó confundida

– Eso, la paga era buena y tenía que trabajar de lo que sea mientras estudiaba, cuando era pequeña ni siquiera estaba en mi radar la universidad, así que cuando ingresé tuve que ingeniarmelas para poder comer y a la vez estudiar, limpiaba la universidad a veces, en una de esas conocí a tus papás y me dijeron que podrían pagarme por enseñarle a su hijita que había reprobado todo, sabían de mi situación, así que exageraron un poco con la paga, pero lo tomé – Se encogió de hombros